El ciclista checo Roman Kreuziger se sometió voluntariamente a un detector de mentiras con el objetivo de refutar las acusaciones de doping que pesan sobre él, informó hoy el miembro del equipo Tinkoff-Saxo.

El test, realizado por el experto británico Terry Mullins, consistió en tres preguntas: "¿Se dopó alguna vez?", "¿Recibió alguna vez transfusiones sanguíneas para mejorar el rendimiento?, "¿Utilizó alguna vez EPO"?. Y Kreuziger aseguró que respondió a todas con un "no".

Compañero del español Alberto Contador en el equipo Tinkoff-Saxo-Team, Kreuziger había sido suspendido por la UCI a principios de agosto debido a anomalías en su pasaporte biológico entre 2011 y 2012, cuando competía para Astana.

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Sin embargo, el Comité Olímpico de la República Checa (COC) decidió absolverlo a fines de septiembre al no poder determinar la existencia de doping. La UCI apeló la absolución y su caso se encuentra ahora ante la Corte Arbitral del Deporte (CAS).

Ganador de la Vuelta a Suiza de 2008 y del Tour de Romandía de 2009, Kreuziger fue excluido de la última edición del Tour de France por su equipo debido a la investigación en curso. Pero el Tinkoff-Saxo-Team decidió reintegrarlo tras la absolución.