Emelec tiene buen fútbol colectivo, pero le falta contundencia en el ataque. Barcelona apuesta al contragolpe y a la efectividad de su goleador. Así, fieles a sus estilos, se mostraron los equipos del Astillero en la final de ida que se jugó la noche del miércoles en el estadio Monumental.

El empate a un minuto del final que Ismael Blanco consiguió para Barcelona, maquilló en algo el mal desempeño que mostraron los amarillos ante Emelec, que dominó a su rival, al que le ganaba con tanto de Ángel Mena desde los 19m.

Fue un empate que, según el técnico torero Rubén Israel, mantiene viva la esperanza de Barcelona, cuyos jugadores fueron erráticos al momento de entregar el balón ante la presión ejercida por los azules, a los que una vez más les pesó el hecho de no concretar las muchas jugadas que crean en ataque para lograr un resultado cómodo a su favor.

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Al nuevo campeón del fútbol ecuatoriano se lo conocerá este domingo, tras el juego de vuelta (16:30) en el estadio Capwell.