Pelé "está mejor" de su infección urinaria y se encuentra lúcido, aunque sigue sometido a un tratamiento de hemodiálisis en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del Hospital Israelita Albert Einstein.

En un segundo comunicado divulgado este viernes por la clínica sobre el estado de salud de Edson Arantes do Nascimento -el nombre civil de 'O Rei'-, el hospital desmintió las especulaciones de prensa según las cuales el exdeportista de 74 años tendría síntomas de septicemia, una enfermedad producida por la presencia en la sangre de microorganismos patógenos.

"La única bacteria identificada hasta el momento es sensible a los antibióticos utilizados. No ha sido identificada ninguna infección sistémica", enfatizó el documento.

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El boletín agregó que Pelé sigue temporalmente en hemodiálisis, pero se encuentra "lúcido", presenta "mejora en su condición clínica" y "se alimenta normalmente por vía oral".

El hospital no confirmó, por otra parte, una información divulgada por varios medios de prensa brasileños, que aseguraron que Pelé sólo tiene un riñón, ya que debió retirarse uno en 1977, cuando vivía en Estados Unidos.

"Pelé se retiró uno de los riñones cuando era todavía jugador del (equipo de New York) Cosmos, en Estados Unidos, en 1977. Análisis médicos de la época descubrieron un tumor. Pelé nunca permitió que esa información fuese divulgada en Brasil", aseguró hoy la agencia brasileña Estado.

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Una fuente entrevistada por la agencia, y que no fue identificada, reveló además que el estado de salud del máximo ídolo de la historia del fútbol brasileño "sí es grave, pero no es crítico ahora", y aseveró: "Él va a mejorar".

En medio del ambiente de preocupación generado en Brasil por su salud, el propio Pelé trató de tranquilizar a sus admiradores a través de un mensaje en inglés difundido en la noche del jueves en su perfil en Twitter (@Pele), en el que asegura que está bien: "Gracias a Dios esto no es nada serio".

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"Estoy bien", dijo 'O Rei', quien agregó que está ansioso por disfrutar de las fiestas de fin de año con su familia y "empezar el nuevo año con salud renovada, con muchos viajes internacionales ya planeados".

Ésta es la segunda hospitalización de Pelé en dos semanas. El 12 de noviembre pasado, el exdeportista se sometió en la misma clínica a una operación para la retirada de cálculos en el riñón y en la uretra, y abandonó el hospital tres días después, aparentemente recuperado.

A su salida, llegó a bromear con periodistas que lo esperaban en su casa en la ciudad de Guarujá, a unos 100 kilómetros de Sao Paulo, afirmando que se sentía listo para volver a jugar al fútbol.

Sin embargo, el lunes pasado el exfutbolista regresó al hospital para realizarse exámenes, en los que se le detectó una infección urinaria.

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