El fútbol en el Ecuador ha mejorado y evolucionado. Eso es evidente viendo la progresión que han tenido nuestros futbolistas, pero esta evolución también depende, en mi concepto de cuatro factores.

Primero: La calidad o capacidad natural que tienen nuestros niños y jóvenes es innegable. Genéticamente tenemos características adecuadas para la práctica de los deportes, entre ellos el fútbol. Segundo factor: El crecimiento de la competencia en edades tempranas, algo que no sucedía hace algunos años. Por supuesto que la competencia mejora los niveles de desarrollo de los jóvenes jugadores.

Tercero: Los ejemplos que tenemos en el balompié profesional de nuestro país y del extranjero. Hay jugadores nacionales que demuestran a nuestros niños que sí se puede llegar, que no es una utopía, como creíamos antes, confiar en nuestras capacidades.

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Cuarto: El mayor conocimiento de nuestros entrenadores respecto a la formación. Sin embargo, considero que aún nos queda mucho camino por recorrer en ese aspecto. Tenemos deficiencias en los procesos metodológicos de enseñanza y esto se lo está corrigiendo paulatinamente con capacitación constante.

Si estamos de acuerdo que el fútbol es un proceso, y nuestros entrenadores lo están llevando desde la formación, por qué no pensar en grande y asumir que también podríamos ser parte de la culminación de ese proceso.

¿Es cuestión de suerte? Es solo oportunidad y trabajo. Para el trabajo hay que tener preparación, metodología y eso lo estamos consiguiendo, lo que falta son oportunidades para demostrar ese trabajo; con virtudes y defectos, con errores y sin ellos.

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Nos sorprendemos por el rendimiento adecuado que ha tenido la selección del Ecuador en sus últimos cuatro amistosos de la mano de Sixto Vizuete. ¿Por qué? Si los jugadores consagrados –aquellos que ya tienen un recorrido en la Tricolor– cada vez están jugando mejor. Además, a los jóvenes que se van incorporando los conocen Vizuete y sus colaboradores desde sus inicios. Saben cuáles son sus virtudes y defectos y cómo extraerles el máximo potencial. Un técnico de jugadores profesionales se va afirmando con capacitación y conocimientos, pero sobre todo con las experiencias que brindan las competencias (oportunidades).

Estamos todos de acuerdo con que Vizuete tiene conocimientos, la experiencia de haber dirigido una eliminatoria en la que tomó un equipo con 3 partidos jugados y 0 puntos. ¿Que al final le faltó experiencia? Puede ser, pero ya la tiene. Posee más experiencia dirigiendo selecciones que muchos de los nombres que están circulando en la opinión pública.