Lionel Messi se encuentra nuevamente en un lugar familiar: a las puertas de un nuevo récord goleador. En este caso, al astro argentino le faltan tres dianas para alcanzar la máxima cifra histórica de 251 en la Liga española, propiedad desde hace casi 40 años del fallecido Telmo Zarra.

Pero, mientras 'la Pulga' se acerca cada vez más a la impresionante marca en los libros de historia, que podría alcanzar con un triplete el sábado ante Rayo Vallecano, también se aleja proporcionalmente del arco sobre la cancha.

"Con (el nuevo entrenador) Luis Enrique cambió mi manera de jugar: antes jugábamos con extremos muy abiertos, pero ahora tenemos dos centrodelanteros adelante. La manera de llegar al arco rival es diferente y puedo dar más pases de gol. Me dijo que puedo moverme por donde quiera, y por eso me tiro más atrás. Así puedo participar más de la creación y dar más asistencias", explicó este jueves Messi sobre su nueva ubicación en el esquema del FC Barcelona. Si es que, efectivamente, al rosarino se le puede asignar un rol que escape a la definición de 'crack' apto para lo que exija cada partido.

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Aunque Messi no lidera actualmente la clasificación de máximos cañoneros de la liga, que comanda el madridista Cristiano Ronaldo con 10 conquistas, sí ha participado en 15 de los 20 tantos anotados por su equipo hasta la fecha en el total de competiciones, y figura entre los máximos asistentes del continente con seis pases de gol en el torneo doméstico.

"No sé qué lugar ocupo en el fútbol mundial, ni me puse a pensarlo. No compito con Cristiano. No me interesa. Quiero seguir creciendo y conseguir títulos", reiteró el futbolista, que el año pasado, con su compatriota Gerardo Martino al timón de la nave azulgrana, apenas celebró la conquista de la Supercopa de España.

Su conexión con Neymar, aún por explotar al cien por cien, ha mejorado respecto al curso anterior, cuando apenas coincidieron en plenitud sobre la cancha; y el brasileño suma ya siete goles, cuatro de ellos a pase de Messi, quien acumula cinco dianas en el campeonato.

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"Creo que Neymar puede ser futuro ganador del Balón de Oro. Es un chico fabuloso. Jugamos más cerca el uno del otro que el año pasado y nos llevamos muy bien dentro y fuera de la cancha", subrayó Messi, quien no quiso comparar a Luis Enrique con Martino, actual seleccionador argentino.

Se espera que el potencial ofensivo del Barça mejore aún más con la próxima participación del uruguayo Luis Suárez, sancionado hasta el 24 de octubre. Con el ingreso del delantero charrúa, lo lógico es que aumenten el número de goles y asistencias.

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Aunque Messi no anda por ahora al ritmo goleador estratosférico de pasados ejercicios, pocos esperan que el argentino no vuelva a figurar entre los máximos realizadores de Europa. Insaciable anotador, el pasado sábado no desaprovechó la ocasión de alcanzar la mítica cifra de 400 conquistas en la goleada del Barça, 6-0 sobre el Granada; y añadió también la diana 401 (359 con el club azulgrana y 42 con la selección argentina).

"Si sumas los goles que hemos metido en el recreo, no llegas a 400 ni borracho. Si Cristiano es (Michael) Jordan, Messi es (Wilt) Chamberlain, que hizo 100 puntos en un partido de la NBA. Me quedo con Leo", declaró entonces Luis Enrique.

Zarra anotó sus 251 tantos en 271 partidos con el Athletic de Bilbao, entre 1940 y 1955.

"No pienso en el récord. Llegará cuando tenga que llegar, pero es muy lindo", concedió Messi, quien suma 248 goles en 283 encuentros ligueros.

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Pep Guardiola, el preparador que hasta la fecha más rentabilizó su talento, mantenía que el astro necesitaba estar lo máximo posible involucrado en el juego; de lo contrario, se aburría y desaparecía del partido.

Parece que Luis Enrique tomó nota y también pregonó la presión avanzada que convierten los balones a Messi en todavía más letales. 'La Pulga' actualmente se retrasa en ataque estático pero defiende arriba; por ahora, con la intensidad de su mejor versión. El sábado contra el Granada, exhibió esa hambre con un robo al defensor colombiano Jeison Murillo para cerrar el 6-0 y ponerse a un triplete de Zarra.