El nadador Michael Phelps, el deportista más ganador en la historia de los Juegos Olímpicos, retornó al principal lugar del podio ayer en el campeonato Pan Pacífico al llevarse una medalla de oro tras una electrizante competencia.

Phelps ayudó al equipo de Estados Unidos a ganar la prueba de relevos 4x200 metros libre tras una titánica carrera contra Japón en una lluviosa noche de invierno en Australia.

Para un hombre que tiene 18 preseas de oro olímpicas podría haber sido otro día más, pero no esta vez. La importancia no pasó inadvertida para Phelps, quien nadaba en su primera presentación internacional en dos años en un torneo que los estadounidenses han conquistado por más de una década.

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“Creo que poder mantener esa tradición y poder volver al podio se siente maravilloso”, dijo Phelps a reporteros.

El astro olímpico no solo ganó el oro en relevos sino que también terminó en un excelente cuarto lugar en la final de los 100 metros libre, una prueba en la que rara vez compitió incluso en su mejor momento.

EE.UU., con el llamado Tiburón de Baltimore en el equipo, se impuso a Japón, segundo, y Australia, tercero.

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La mejor señal
Su tiempo de 48 segundos y 51 centésimas fue exactamente un segundo por debajo de su mejor marca en esa competencia, pero fue la mejor señal hasta ahora de que está en camino de volver a brillar cuando participe en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

El australiano Cameron McEvoy ganó la final con un tiempo de 47,82 segundos. Detrás llegaron el monarca olímpico vigente Nathan Adrian (48,30) y el dos veces campeón mundial de la distancia James Magnussen (48,36).

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“Salí tarde, en la vuelta fui rápido y mi final fue muy malo pero en general sé lo que tengo que hacer para mejorar”, analizó Phelps, que esta primera fase de su regreso debió retirarse el jueves anterior de los 200 metros estilo libre y de los 100 metros espalda.