Un renaciente Roger Federer está de vuelta. El tenista suizo de 33 años ha logrado cómodamente la clasificación récord para jugar su decimotercer Masters de tenis consecutivo y es uno de los favoritos para adjudicarse el Abierto de Estados Unidos, que arrancará el próximo 25 de agosto.

El ganador de 17 grand slams tuvo un flojo 2013, pues conquistó solo un título, sufrió una sorprendente eliminación en segunda ronda en Wimbledon y bajó de los mejores cuatro del mundo por primera vez en una década.

Ahora está de regreso en el número tres, y ha frustrado a aquellos que dijeron que su carrera estaba llegando a su fin al alcanzar la final de Wimbledon contra el serbio Novak Djokovic (número 1) y ganar tres títulos.

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En contraste con lo ocurrido en el 2013, esta temporada Federer se ha llevado los torneos de Halle y Dubái. El pasado domingo logró su sexto Abierto de Cincinnati con una cómoda victoria sobre el español David Ferrer antes del Abierto de EE.UU.

El resultado le bastó para convertirse en el tercer hombre que se clasifica para el torneo de los ocho mejores del año, después de Djokovic y Rafael Nadal, números uno y dos del mundo.

“Siempre es uno de los grandes objetivos que me pongo al principio de la temporada”, dijo en un comunicado Federer, quien ha ganado seis veces el torneo.

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“Regresar para el torneo final de la temporada es algo que llevo haciendo desde el 2002, así que volver a hacerlo es un privilegio e intentaré hacer mi mejor juego ahí”, añadió el tenista.

Ausente Nadal en el US Open, último Grand Slam del año, Djokovic y Federer se convierten en los grandes favoritos para el certamen.

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El serbio, campeón vigente en Wimbledon, será el máximo preclasificado, mientras que el suizo, cinco veces ganador en las pistas neoyorquinas, quedó como segundo cabeza de serie.

Federer ya lleva dos años en los que no agrega ningún título a la colección de 17 trofeos grandes, por lo que pretende cortar esa mala racha.