“Yo tengo mi campeón y ese es mi hijo Carlos”, dijo Ramón Vera, padre del árbitro Carlos Vera, al hacer referencia sobre la final entre Alemania y Argentina, donde el réferi ecuatoriano estuvo como cuarto juez del cotejo.

Ramón era unos de los integrantes de la comitiva que le dieron la bienvenida al colegiado que participó en cinco encuentros del mundial, en dos de ellos como árbitro central (Nigeria vs. Irán y Grecia vs. Costa de Marfil) y como cuarto en tres cotejos más, entre estos la final de Alemania y Argentina donde el equipo germano se proclamó campeón.

“Cuando me preguntan qué sentí de ver a mi hijo en una final de un mundial, tengo que tomar aire y coger fuerzas, porque me lleno de felicidad solo de saber que una de las metas de mi hijo se ha cumplido, más aún que él siguió mis pasos en el referato”, dijo Vera.

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Eran las 23:30 del martes 15 de julio y el vuelo proveniente de Panamá, desde donde llegó Carlos, aterrizaba en el aeropuerto José Joaquín de Olmedo y quienes lo esperaban se llenaban de felicidad al saber que el árbitro mundialista ya estaba en su país. Pero no fue sino hasta las 00:50 de hoy, que el réferi salió de una sala interna de la terminal aérea, lo que provocó aplausos y algarabía en los presentes, entre estos muchas personas que esperaban a familiares llegados del extranjero.

El cuarto árbitro de la final del Mundial de Brasil con sus dos hijos y la medalla conmemorativa de la FIFA.

En la sala de espera, amigos y familiares se volcaron hacia Carlos, pero este lo primero que hizo fue abrazar y darles besos a sus hijos, quienes en medio de los gritos de los presentes le decían: “Te queremos papito”.

Las primeras palabras de Vera, ante los medios de prensa que estaban en el sitio, solo fueron de agradecimiento a todo el pueblo ecuatoriano por el apoyo que le han dado, ya que este se enteró que muchos compatriotas se sentían orgullosos de que este manabita haya sido quien estuvo en la final del mundial.

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“Se puede decir que esto es parte de un sueño cumplido, de años de trabajos y dedicación a esta profesión que la heredé de mi padre, esta es una felicidad que me ha embargado, la medalla se la dedico a mi familia y a los ecuatorianos”, dijo Vera.

Mientras que su esposa Nadia Moreira dijo que ya lo extrañaba mucho porque fue un mes sin él, pero al saber que estuvo en la final como cuarto árbitro ella también se siente orgullosa de su esposo.

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Carlos Vera con su esposa Nadia Moreira y uno de sus hijos.

Vera añadió que uno de los cotejos más importantes para él, en este mundial, fue el encuentro entre Grecia y Costa de Marfil donde tomó una decisión importante al marcar el penal a favor de los griegos, lo que hizo que el equipo europeo anotara el tanto que lo llevó a los octavos de finales. “Creo que ese partido fue fundamental para que yo esté en la final, porque al terminar el encuentro, el mismo presidente de la FIFA, Joseph Blatter, me felicitó por mi actuación”, dijo Vera.

El juez mundialista finalizó diciendo que ahora solo le queda seguir trabajando duro y este se reflejará en la semifinal de la Copa Libertadores que le tocará pitar entre Bolívar (Bolivia) y San Lorenzo (Argentina).

Asimismo como la comitiva se hizo presente en la terminal aérea, se retiró del sitio con destino al cantón Junín (Manabí) donde se crió Vera y donde amigos y familiares lo esperaban para darle la bienvenida.