Policías y manifestantes se enfrentaron este domingo en la plaza Saens de Río de Janeiro, desde donde los activistas intentaban marchar rumbo al Maracaná, distante unos dos kilómetros de allí, donde se juega la final del Mundial entre Argentina y Alemania.

Según informaron medios locales, la policía usó bombas de gas lacrimógeno y balas de “paintball” para dispersar a los cerca de 400 manifestantes que reclamaban contra el arresto, el sábado, de 19 activistas que participaron en la ola de protestas populares que sacudió el país el año pasado, durante la Copa Confederaciones.

La marcha de hoy había sido convocada a través de las redes sociales por el Comité Popular de la Copa y otros grupos antiMundial, bajo las consignas “FIFA ¡Go home! y ¡No va a haber final!”. El arresto de los jóvenes activistas sumó otra reivindicación al acto.

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Ante la posibilidad de que la marcha se acercara a la arena mundialista, agentes de la policía militarizada, del Batallón de Choque, de la caballería y de la Fuerza Nacional de Seguridad cercaron completamente la plaza e impidieron que los manifestantes se movieran del lugar.

Según el portal del diario Folha de Sao Paulo, al menos tres periodistas y un manifestante de 16 años fueron alcanzados por pedazos de bombas de gas y sufrieron heridas leves.

Por su parte, los abogados de los activistas denunciaron que durante el acto fueron detenidas al menos dos personas.