Agigantar la leyenda o recuperar la cima del ranking. Entre esas dos alternativas se mueve la final del torneo de tenis de Wimbledon que disputarán hoy el suizo Roger Federer y el serbio Novak Djokovic, un duelo con historia y récords garantizados sea cual sea el resultado.

A sus 32 años y siendo padre de cuatro hijos, un renacido Federer aspira a escribir una nueva página dorada en la catedral del tenis. Pero Djokovic, campeón en Wimbledon en el 2011 y finalista el año anterior, irá en busca de su séptimo título de Grand Slam y su victoria número 17 en 35 duelos ante Federer.

Un triunfo tendría premio doble para Djokovic, ya que además le garantizaría el primer lugar del ranking por delante del español Rafael Nadal, eliminado en octavos.

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Gane o pierda, Federer ascenderá hasta el tercer puesto de la clasificación, pero los ranking son lo de menos.

Siete veces campeón en Wimbledon, Federer buscará una octava corona que lo deje en soledad como el máximo campeón del torneo más tradicional del tenis, por delante del estadounidense Pete Sampras y del británico William Renshaw.