El colombiano Luis Fernando Suárez, técnico de Honduras, sabe que si no pasa a octavos de final en el Mundial, sus tres años y medio de trabajo con los centroamericanos podrían ser vistos como un fracaso. Suárez, de 54 años, quien llevó a Ecuador al Mundial 2006, dice que le costó adaptarse a la mentalidad de Honduras, donde el fútbol es “demasiado protagonista” en la sociedad.

Ya lo hizo con Ecuador y ahora con Honduras, ¿cómo es llegar a un país diferente y hacerlo triunfar?
Es un choque complicado. Hay una sola exigencia: clasificas o clasificas. Cuando llegué a Honduras era el objetivo y lo acepté como un reto. Sobre todo por el desconocimiento de la cultura, la idiosincrasia de la gente. Cuesta mucho. Al principio me costó tanto que me tuve que calmar. Lo que pueda cambiar lo cambiaré y lo que no puedo cambiar, no lo hago. A veces quería cambiar todo el país. Honduras es muy negativo y pesimista, la ven gris y casi desean que se ponga negra, que ojalá se empeore, siendo muy drástico el comentario.

Honduras tardó 28 años en volver a un Mundial y ya lleva dos seguidos. ¿Por qué?
Yo soy un aprovechado, (el DT) Reinaldo (Rueda) dejó una buena base de trabajo en la parte táctica, pero si hay algo en lo cual Honduras debe fijarse más es en el trabajo de las bases. No están trabajando de la mejor manera en las categorías inferiores. Ya no es solo la clasificación al Mundial, es la sub-17, la olímpica, pero de pronto puede ser todo un flash y que desaparezca. Hay muy buen material humano, se podrían hacer muchas más cosas si a ese material humano se lo trabaja en la perfección de la técnica, del conocimiento táctico.

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¿Alguna diferencia de cómo afronta el Mundial a cómo lo hizo con Ecuador en el 2006?
Si hacemos solamente lo de jugar los tres partidos y regresar, todo se calificará como un fracaso, porque conozco a los hondureños. Lo único que los va a poner a pensar en que sí se hizo alguna cosa buena en tres años y medio es si se llega a un punto más alto que la primera ronda. Para todo se debe tener un buen material humano, que existe. Ese material, con otra camiseta y otro país, hasta clasificaría más fácil. ¿Por qué? Por lo que existe alrededor de la preparación. Tiene que rayar casi la perfección. Si hay buen material humano, denle a cada jugador la preparación de primer mundo. Si no se la das, no lo consigues.

Usted es uno de los tres técnicos colombianos en el Mundial junto con Rueda con Ecuador y Jorge Pinto con Costa Rica. ¿Cómo lo explica?
En Colombia se trabaja bien la parte técnico-táctica. Hay entrenadores muy estudiosos, ávidos de buscar cosas.

Pero es un argentino (José Pekerman) quien clasificó a Colombia al Mundial 2014.
Es una situación muy peculiar en nuestro país, en el que hay tantos regionalismos. Como que lo único que nos puede unir es alguien que venga de afuera, y creo que escogieron al mejor. Es más fácil para un foráneo trabajar en Colombia que para un colombiano.

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Y ahora hay una buena generación en Colombia
Siempre hubo muy buenos jugadores y la necesidad de jugar bien. Existe una sensibilidad del futbolista colombiano, pero nunca se vivió esa sensibilidad con tanto profesionalismo. Los jugadores que salen ahora al exterior agregan a esa sensibilidad, a ese don que tienen en la parte técnica, mucho más trabajo.

La referencia es la Colombia del Mundial 1994. ¿Qué diferencias hay entre aquel equipo y el actual?
(Francisco) Maturana hizo que se respetara el fútbol colombiano. La diferencia es que Maturana lo tomó del medio local, no como ahora que con 16 o 17 años ya están jugando en Argentina, y con 20 en Europa. Esa diferencia de experiencias vividas por los que hoy están en la selección de pronto les faltó a esa Colombia de 1994, que todavía era muy local, muy doméstica.

Confié en estos jugadores, saben perfectamente a qué vamos a Brasil. Hay un grupo unido y claro en lo que queremos lograr.Luis F. Suárez, DT de Honduras