Por: Ricardo Vasconcellos R. | rvasco42@hotmail.com

Antes y hoy existieron trogloditas capaces de operar sin anestesia a un rival. Pero decir que antes se pegaba y ahora no es pura demagogia.

Un sector del periodismo, empeñado en desacreditar el pasado, sostiene con gran entusiasmo que en el fútbol de antes (entre 1950 y 1994) se pegaba con brutalidad, saña y alevosía en medio de la complicidad arbitral, mientras hoy las maneras cortesanas engalanan las amables contiendas: “Pase usted, querido adversario, la cancha es suya; haga los goles que quiera y cuente con mi abrazo y mis parabienes”.

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El símbolo de estos tiempos tan contemplativos y respetuosos es el portugués Pepe, a quien pretenden candidatear al Premio Nobel de la Paz.

Entre los argumentos que esgrimen los detractores del “fútbol de antes” están los primeros años de la Copa Libertadores en que se ponían en escena verdaderas batallas en las que predominaba la agresión. Hasta ahora no han negado que el Santos de Pelé y el Peñarol de Spencer están considerados entre los mejores equipos del mundo de todas las épocas, no por pegar, sino por la elegancia de su juego y su efectividad.

Lo extraño es que existe una flagrante contradicción entre ellos. Tradicionalmente acusan a los antiguos jugadores de no marcar a nadie. Los defensores estaban muy lejos de los artilleros rivales. Estos se desplazaban como Tom Mix por amplias praderas sin encontrar un solo rival.

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Si esto era así ¿ a quién pegaban los maltratadores de antes? ¿Al hombre invisible? La verdad innegable es que antes y hoy existieron trogloditas capaces de operar sin anestesia a un rival. Los Aguirre Suárez, Hacha Brava Navarro, Giovanni Trappatoni, Montero Castillo y Noby Stiles tienen muchos imitadores en el fútbol de hoy. Basta ver la ferocidad con que van Pepe, Carvalho, Sergio Ramos y muchos más a cada balón. Hoy los encuentros se interrumpen más que antes para cobrar faltas en todos los sectores del campo, y en los tiros de esquina, en el área, se ven más llaves que en Titanes en el Ring. Un zaguero de la actualidad puede dar muchas lecciones de lucha libre a Martín Karadagián, al Cavernario Galindo y a Tonina Jackson.

La televisión ha permitido apreciar ahora lo que no veíamos ayer: las mejores llaves en el área, como la ‘Doble Nelson’, el candado a la cabeza, la silla romana, el cangrejo invertido. Una enciclopedia de la lucha libre que es dictada por futbolistas.

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Decir que antes se pegaba y ahora no es pura demagogia. Hay que tener contentos a dirigentes, técnicos y futbolistas de hoy. Hay que decir que hoy se corre y antes todo era puro trotecito y lentitud. Como si correr fuera el secreto del buen fútbol. Si hoy los jugadores son más veloces, yo propongo una apuesta. Saco mi cuarteta 4x100 metros planos con estos jugadores de antes: Víctor Venado Arteaga, Pedro Camberra Gando, Nelson Platillo Volador Aurea y Alberto Spencer.

Y pónganme a cuatro de hoy. Les doy veinte metros de ventaja. El verbo correr es muy distinto de jugar. “No es cuestión de correr. Nadie dice vamos a correr al fútbol. Todos dicen vamos a jugar al fútbol”. La cita es de Alfredo Di Stéfano que algo sabía de este deporte.

Tanto se pega impunemente hoy que la revista colombiana Portafolio, edición publicada el jueves pasado, reporta que las lesiones van a dejar sin Mundial a 26 jugadores de primer nivel que negociados hoy moverían un volumen de $ 310,8 millones. “Fracturas, fisuras, contracturas, pinzamientos o inflamaciones crónicas han minado ligamentos cruzados anteriores o laterales internos de rodillas y tobillos, así como meniscos, tendones de Aquiles, tibias, peronés, muslos, gemelos y nervios cervicales de jugadores que necesitan para sanar hasta ocho meses. Tales lesiones anticiparon el fin de temporadas o dejaron a las figuras sin tiempo suficiente para llegar en plenitud de condiciones a la cita que comienza el 12 de junio en Sao Paulo”, se comenta en Portafolio.

El colombiano Falcao García, el español Thiago Alcántara, el inglés Theo Walcott, los alemanes Ilkay Gondogan y Lars Bender, el italiano Riccardo Montolivo, los holandeses Kevin Strootman, y Rafael van der Vaart, el chileno Matías Fernández, el mexicano Luis Montes, el costarricense Álvaro Saborío y el ecuatoriano Jairo Campos son parte de una lista de los que verán el Mundial por TV. Otro grupo en el que están el nacional Segundo Castillo, el chileno Arturo Vidal, el uruguayo Luis Suárez y el portugués Cristiano Ronaldo, entre otros, esperan entre algodones la recuperación que les permita participar en la gran cita de Brasil.

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¿Cómo se explica hoy tan crecido número de víctimas de feroces depredadores del césped en una época de tanta blandura y cortesía a la que se refieren los que se ensañan contra el fútbol de antes? Hoy hay un marcaje más cercano, lo reconocemos, y eso posibilita las lesiones. Pero el precio es angustiante.

Antes se usaba pesados zapatos de cuero con suela en la plantilla y en los pupos. Hoy son elaborados íntegramente con materiales sintéticos y pesan solo onzas. Son verdaderos escarpines si los comparamos con los de antes.

Las víctimas se explican en las marcaciones brutales y el abuso de los planchazos en cualquier sector de la cancha, aparte de los puntapiés, codazos, puñetes y estrangulamientos en el área a la hora de los tiros de esquina.

¿Y los árbitros? Bien, gracias, saludos a la familia.

Hay que contentar a DT, dirigentes y futbolistas. Hay que decir que hoy se corre y que antes todo era lentitud. Como si correr fuera el secreto del buen fútbol.