Sin el lesionado Cristiano Ronaldo, la selección de Portugal empató ayer ante su verdugo en la final de la Eurocopa del 2004, Grecia, en un mediocre partido de ambos conjuntos, que ultiman su estreno para el Mundial.

A falta de espectáculo, el amistoso sirvió de entrenamiento tanto a Grecia, que debuta ante Colombia el día 14, como a Portugal, contra Alemania el 16.

Además de Cristiano, Portugal no contó con otro lesionado, Pepe, por lo que presentó una táctica experimental (del habitual 4-3-3 luso al 4-4-2).

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Diez años después los portugueses intentaban “vengarse” del fatídico cabezazo de Angelos Charisteas, el mismo que dejó a un jovencísimo Cristiano Ronaldo bañado en lágrimas en la final de la Eurocopa.