El suizo Roger Federer, número cuatro del mundo, jugará por cuarta vez en su carrera la final del Masters 1000 de Montecarlo, en la que se enfrentará hoy a su compatriota Stanislas Wawrinka, que alcanza por primera vez el partido por el título.

Federer desbancó ayer a Novak Djokovic, 2 del mundo y campeón defensor, en dos mangas, por 7-5 y 6-2. El serbio jugó con dolor en la muñeca derecha, que llevaba vendada.

Antes, Wawrinka (3º) eliminó por 6-1 y 7-6 (7/3) al español David Ferrer, verdugo del número 1, Rafael Nadal, en el torneo.

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De esta manera, la ATP vivirá su primera final suiza desde que el propio Federer se enfrentara a Marc Rosset en el año 2000 en el torneo de Marsella.

“Es raro (ver a dos suizos en una final). Los españoles o los estadounidenses están acostumbrados a esto, pero para nosotros es extraño. La última vez fue hace 14 años y he jugado muchos partidos desde entonces”, subrayó Federer.

Djokovic se ha visto lastrado por la lesión de la muñeca toda la semana. Lo que comenzó por una simple banda protectora en el primer partido se convirtió en una aparatosa venda que le cubría todo el brazo ayer.

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Ante este panorama Federer se lanzó al ataque y Nole se fue derrumbando según pasaban los minutos, con gestos frecuentes de que no podía competir al máximo.

“Jugar contra Federer en un gran torneo y no poder desplegar tu juego por una causa ajena a ti, que te consume tu energía y esfuerzos, no está bien”, se lamentó Djokovic.

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Federer alcanzó su cuarta final tras los fallidos intentos en el 2006, 2007 y 2008 cuando perdió el título ante Nadal.

Será la primera vez que los suizos se midan en una final. En sus enfrentamientos entre sí, Federer lleva ventaja de 13-1. Pero el único triunfo de Wawrinka fue en la tercera rueda de Montecarlo en el 2009.