Ha pasado una década y media desde que el fútbol del Guayas ya no está representado en la serie A por un equipo adicional a los tradicionales Barcelona y Emelec. El último participante fue Panamá, que disputó el torneo de 1998 y descendió al final de esa temporada.

Desde entonces ningún otro equipo afiliado a la Asociación de Fútbol de Guayas (Asoguayas) se ha involucrado en la máxima competencia del balompié nacional, y los que lo hicieron antes, Calvi (1997) y Nueve de Octubre (1995), tuvieron igual destino que Panamá al bajar el mismo año en que llegaron a la serie de privilegio.

Dirigentes de Guayas justifican que, además de los problemas económicos y deportivos, el sistema de campeonato, sumado a la geografía de los equipos participantes (que implica hacer largos viajes dentro del país) en la serie B y en la segunda categoría, son las causas de la ausencia de más clubes de la provincia en la A.

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“Este año en la B hemos jugado tres equipos de la Costa contra nueve de la Sierra”, dice Mario Canessa, de River Plate, para explicar que a los del llano “les cuesta mucho ir a la altura permanentemente”.

“Ya bajó Ferroviarios de Durán (de la B a segunda categoría) y tenemos la incertidumbre de que si no sube otro equipo costeño, jugaríamos en el 2014 solo uno de Guayaquil contra once de la Sierra. ¡Sería durísimo!”, advierte el directivo de River Plate, tercero en los tres años anteriores que lleva en la B y que se ha fijado como plazo el 2016 para llegar a la A.

Para Mario Costa, exdirectivo de Rocafuerte, que el año pasado descendió de la B a segunda categoría, y ahora dirige la Comisión de Fútbol de Barcelona, el factor decisivo es el financiero. “En la B no hay presupuestos adecuados y si llegas a la A, la exigencia es mayor; por eso hay equipos ‘ ascensor’, que llegan y se van el mismo año”.

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Coincide en que los de la Sierra tienen ventaja al jugar en la altura contra los costeños y por tener desplazamientos cortos, y al enfrentarse entre ellos gastan menos en traslados y estadía.

No obstante, Costa sostiene que sí es un buen negocio estar en la B, “mientras se tenga el concepto de formar jugadores y luego de tres o cuatro años vender los derechos federativos para invertir en el club y seguir formando jugadores”.

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Canessa sugiere cambiar el sistema del torneo, que tiene 44 fechas: “Propusimos a la Ecuafútbol para este año incluir, como hace un año, hexagonales para dar más opciones a los equipos y que dio resultado, porque uno de la Costa subió a la A: el Deportivo Quevedo”. La propuesta no se aprobó, “pero hay que insistir”.

Asoguayas tiene 21 clubes afiliados, dos en la serie A, dos en la B, y el resto en la segunda categoría, señala su tesorero, Jorge Flor, quien en 1995, como presidente de Nueve de Octubre (ahora en segunda división), logró ascender a la A.

Flor cree que “son situaciones de cada equipo” las que inciden en sus resultados. Y asegura que la Asoguayas trabaja para todos los de la provincia, pero señala que sus principales aportantes mantienen deudas por la participación en el 5% de la taquilla. “Barcelona debe $ 190.000 desde el 2011 y Emelec, $ 80.000 por este año... Ese dinero lo invertimos en torneos de inferiores, de segunda, mantenimiento de canchas. Tenemos paciencia para el cobro, pero ya no podemos más”.

4 equipos
De Guayas jugaron en la serie A en 1983.

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No hay auspicio para los equipos de segunda, ahí debe entrar Asoguayas y ver cómo brindar apoyo económico, pero ni siquiera maneja la taquillaWalter Espinel, periodista deportivo

Los torneos son iguales para todos. En la Sierra hay más participantes, pero es un derecho que ganaron. Allá hay mayor interés en las formativasRudy Ortiz, periodista deportivo