(Actualizada a las 16:00)

El Comité Olímpico Internacional (COI) escogió este sábado en Buenos Aires a la capital de Japón, Tokio, como la ciudad sede para los Juegos Olímpicos del 2020, dejando en el camino a la turca Estambul y en una primera votación a Madrid.

Tokio ya organizó los juegos en 1964.

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La capital española quedó eliminada en la primera votación de los miembros del COI reunidos en Argentina.

La ciudad turca venció en un desempate con la capital española luego que ambas quedaran igualadas en el segundo lugar en la primera votación.

Estambul reunió en el desempate 49 votos contra 45 de Madrid, en un resultado sorpresivo que deja a la ciudad turca en competencia con Tokio para ser sede de la cita olímpica de 2020.

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Votación
Tokio ganó la sede por 60 votos a 36, que recuerda al de hace cuatro años, cuando Río de Janeiro derrotó a Madrid por 66-32.

En la primera ronda, Madrid y Estambul empataron a 26 votos, por 42 de Tokio; en el desempate para decidir la primera eliminada, Madrid cayó al quedarse en 45, por 49 de Estambul.

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Los 26 votos de Madrid es el resultado más pobre que obtiene la ciudad española en sus tres candidaturas consecutivas.

Recorrido nocturno por Tokio (YouTube).

Madrid y Estambul, a la tercera no fue la vencida
La decisión del COI desmintó el adagio según el que a la tercera va la vencida: Han sido ya tres veces que Estambul pudo colocarse el distintivo de "ciudad candidata" de unos Juegos Olímpicos, y desde luego estuvo más cerca que nunca, pero una vez más no alcanzó su objetivo.

La primera vez que Estambul saltó al ruedo fue en 1993. Llegó efectivamente hasta la ceremonia final, aunque sin mucha esperanza, frente a los pesos pesados Pekín y Sidney. Cayó en la primera ronda de votos.

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Cuatro años más tarde, para la cita de 2004, la ciudad del Bósforo lo volvió a intentar, pero no superó el primer filtro, pese a que sí lo hicieron competidores como Estocolmo, Ciudad del Cabo o Buenos Aires, finalmente eliminado por Atenas.

Hubo más suerte en la siguiente edición: en 2000, con la vista puesta en los Juegos de 2008, Estambul jugó en la misma liga que París, Pekín y Toronto y llegó a ser candidata.

En la votación final se impuso incluso a Osaka y llegó a la segunda ronda, donde cayó junto a todos los rivales frente a Pekín.

Frente a Madrid jugaba a favor la buena situación económica de Turquía, y frente a Tokio, el hecho de aportar savia nueva, con una candidatura valiente, tal vez no tan distinta a la de Tokio en 1964, cuando esa ciudad fue la primera asiática en acoger los Juegos.

Pero la candidatura sufrió dos golpes durante la recta final: por una parte, las protestas ciudadanas alrededor del parque de Gezi y la plaza de Taksim en Estambul llevaron durante dos meses la ciudad a todas las portadas de prensa del mundo... pero abarrotada por policías e inundada por nubes de gas lacrimógeno y chorros de agua a presión. No era precisamente un espíritu muy olímpico.

En agosto, una serie de sanciones de la Federación de Atletismo de Turquía impuso suspensiones por dos años a una treintena larga de deportistas, entre ellas, una medallista de oro europea y -aún en fase de apelación y sin sentencia firme- la campeona olímpica de los 1.500 metros de 2012, Asli akir.

El ministro de Asuntos Europeos turco, Egemen Bagis, opinó que los escándalos de dopaje era positivos para la candidatura, dado que mostraban la seriedad de Turquía a la hora de erradicar esta lacra. Pero aparentemente, los miembros del COI no tuvieron la misma opinión.