El británico de origen somalí Mohamed Mo Farah sumó el título mundial de 10.000 metros al doblete olímpico en 5.000 y 10.000 de los Juegos de Londres 2012, al ganar ayer en Moscú, con su mejor tiempo de la temporada (27m21,21s), confirmando su reinado en pruebas de fondo.

La medalla de plata fue para el etíope Ibrahim Jeilan (27m22,23s), que pese a lograr también su mejor marca del año no pudo defender el título conseguido en Daegu 2011. El bronce se adjudicó el keniano Paul Tanui (27m22,61s).

Jeilan, el hombre que hace dos años en Daegu le negó el doblete a Farah al derrotarlo en la final de 10.000, se batió con fuerza en el fragor de la recta, pero esta vez el británico tenía una marcha más en las piernas y no se dejó sorprender.

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Después de mantenerse alejado de los primeros lugares durante la mayor parte de la carrera, incluso pasó último tras correrse 1.200 metros, el británico ascendió posiciones progresivamente. Tras 6.000 metros, se colocó entre los cinco primeros y logró ponerse de líder luego de los 8.000. En la última vuelta aceleró y llegó destacado a la curva final sin que el etíope pudiera alcanzarlo.

“Tenía la experiencia de hace dos años. Este año vi a Jeilan acelerando detrás”, dijo Farah, recordando que en Daegu 2011 se dio un final parecido, con el británico llegando en cabeza y siendo superado en los últimos metros por el etíope.

“Me esforcé al final, mirando a todos lados y solo estaba seguro de haber ganado tras cruzar la línea de meta”, explicó el británico de 30 años.

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“Fue fantástico ganar el título que me faltaba. Entrené duro. He pasado mucho tiempo lejos de mi familia. Cuando gané los Juegos Olímpicos mi hija no me reconocía por todo el tiempo que estuve fuera”, contó.

Tanui tenía como mejor resultado un noveno puesto en el Mundial de Daegu, antes de hacerse ayer con el bronce.

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El mexicano Juan Barrios, que el año pasado brilló con un octavo puesto en los 5.000 metros de Londres, optó por renunciar después de los 6.000 metros. Abandonó la pista muy disgustado y con gesto adusto.