La literatura nos hace vivir en carne propia lo que las noticias derraman con sus cámaras.
La ciudad golpea mi condición de adulta mayor con otro rostro. Uno limitante, amenazador...
(...) es una de las riquezas de la ficción: ...sacudir el polvo que la cotidianidad nos echa encima...
Vista con fe o sin ella, esta es una de las historias más impactantes de la memoria universal.
Los amantes de los perros hacemos comunidad, gozamos contándonos anécdotas...
El escritor a ratos sacrifica el conflicto para acertar en el planteamiento del instante...
Tal vez por estas razones resultan enigmáticas y atractivas las personas que no hablan de sí mismas...
No hay conversación grupal que carezca del anecdotario doloroso, ni deje de aludir a los avatares.
Vale celebrar que, entre sus altas tareas, la universidad jamás pierda de vista el arte.
Así como valoro las conversaciones más animadas y complementarias, entiendo y participo de esos silencios entre personas que se conocen mucho...
No seré yo otra que silencie los motivos del dolor de David, que los crea innombrables...
Mirar hacia afuera constata el terrible contraste con nuestra asfixiada y desesperanzada clase media.
Desde Carrie... no ha parado de concebir las historias que desestabilizan la serenidad del receptor.
(...) me dio por pensar en qué usan su tiempo las personas detenidas en sus casas a la fuerza...
La reacción natural ante estas realidades sería la ira. ¿Por qué desatienden mis derechos?
(...) Carrión ha convivido con este libro... Ahora debe sentirse liberado y gozar de la calidad de su producto.
¿Qué debemos hacer para que mirando a los demás se nos revierta nuestro propio rostro?
(...) Pérez Reverte sabe cómo escribir una novela tradicional sin dejar de ser un autor contemporáneo.
El reino vegetal les da a las personas sus mejores regalos. Desde cobijo a alimento...
Una de las habilidades políticas de siempre en el Ecuador ha sido encubrir de justicia las venganzas.
La situación de la vicepresidenta ha dividido a los seguidores de Noboa...
Díaz opta por contar una historia por medio de cuatro versiones: una novela, una autobiografía, unas memorias y fragmentos de un diario.
No podemos quejarnos de que el mundo cambie y demuestre que no hay inamovibles formas de vivir.
Con todas estas posibilidades abiertas, el habitante común desearía transporte cómodo y movimiento seguro por las calles de la ciudad.
Me quedo corta frente a estos tres libros ecuatorianos que están allí, al alcance de la mano y de los ojos. Bienvenidos sean.
Así retrocedemos al más oscuro pasado y pisoteamos el derecho a la existencia.
Ya lejos del dato autobiográfico, lo realmente aportador de su volumen es su veta meditativa.
¿Alguien hará sentir orgullosos a los viejos?, me pregunto, lejos del modelo de virtud y sabiduría...
Hermosa lectura para salir de lo común, estando en la realidad.
Sin muchas oportunidades de contacto previo, escuché con deleite a escritores que no trataba hace tiempo y a otros que recién conocí.