El Instituto Nacional de Donación y Trasplantes de Órganos, Tejidos y Células (Indot) efectuó en días pasados una jornada de evaluación en 14 niños y jóvenes con insuficiencia renal en el hospital Francisco de Ycaza Bustamante, con la intención de que sean receptores de un riñón de un donante vivo.

La directora nacional del Indot, Diana Almeida, afirmó que los pacientes renales crónicos ahora tienen más expectativa de vida por el sustitutivo que significa la diálisis, pero el trasplante es el método más efectivo para mejorar la calidad de vida del paciente.

No obstante, la funcionaria aseguró que la intención del Ministerio de Salud es agilizar los trasplantes renales cuando existe un donante vivo que tenga hasta un cuarto grado de consanguinidad.

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“Lastimosamente no todos los niños que sufren de insuficiencia renal crónica pueden recibir un trasplante, muchos de ellos pueden tener daños muy complejos que les impiden recibir uno, como malformaciones en vías urinarias o enfermedades sistémicas”, expresó.

Según Almeida, en la jornada se atendió a menores que cumplen con criterios técnicos para recibir un trasplante como un peso adecuado, no poseer infección o enfermedad neoplásica (multiplicación anormal de las células de un tejido).

Señaló que el proceso pasa por los exámenes de consanguinidad, que determinará la sobrevida de un órgano en el cuerpo del niño.

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Con las pruebas se determinará la compatibilidad en el tipo de sangre, óptima condición del donante para que la falta del otro riñón no lo afecte en el futuro, la constitución anatómica y peso del órgano a donar, arterias en buen estado.

Agregó que existe una Red de Protección Solidaria (RPS) para cubrir los gastos de manutención en los casos en que la familia debe acudir desde un lugar alejado de la ciudad.

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Se prevé que para la próxima semana, después de la inducción a las familias sobre los detalles del trasplante, se concretarían los primeras cirugías.

Las unidades médicas donde se harán las intervenciones son los hospitales Metropolitano y de los Valles, ambos en Quito. La mayoría de pacientes provienen de Manabí y Guayas.

Otros once pacientes serán llamados en las próximas dos semanas para los exámenes.