El actor estadounidense Robert Downey Jr. no solo ha librado grandes batallas frente a las cámaras como su reciente personaje de acción Iron Man, sino también fuera de los sets de grabación, al verse vinculado desde joven por problemas de drogas, alcoholismo y violencia.

Pese a su actual éxito en el cine, su vida personal sufrió altos y bajos de los que ha sabido recuperarse y resurgir para ganarse nuevamente el respeto de sus compañeros y directivos del medio cinematográfico.

Robert Downey Sr., su padre, fue quien compartió con él su pasión por el cine y la actuación y marcó su debut ante las cámaras al incluirlo en los proyectos que realizaba, como su papel en la cinta Pound.

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Pero además de la carrera, Downey Jr. y su progenitor tenían una debilidad en común: el consumo de drogas. Un factor que ha marcado varias etapas de su existencia en las que fueron recurrentes los centros de rehabilitación, detenciones, demandas y despidos.

Baby It's You, en 1983, fue su primera oportunidad en Hollywood, aunque a esta le precedieron Weird Science, El primogénito y Back to School. Gracias a estas interpretaciones llegó al programa Saturday Night Live, donde dio vida a personajes que le sirvieron de plataforma para conocer al director James Toback, con quien obtuvo el protagónico en The Pick-Up Artist.

Interpretar al cómico inglés Charles Chaplin, en 1992, en la película que relataba sus inicios y su carrera, le mereció nominaciones como mejor actor al Óscar, Globos de Oro y Bafta, pero ganó solo este último.

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Desde 1996, los juzgados se volvieron un escenario conocido para el protagonista de Sherlock Holmes (2009), quien en reiteradas ocasiones ha comparecido ante la justicia por sus múltiples adicciones, que lo obligaron a hacer una pausa en su vida profesional.

“Es como si tuviera una escopeta en la boca con el dedo en el gatillo, y me gustara el sabor del metal”, confesó en 1999 al juez que, finalmente, condenó a Downey Jr. a tres años de cárcel, de los que cumplió solo uno.

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A su salida, la producción de la serie televisiva Ally McBeal fue su tabla de salvación para retornar al espectáculo. El personaje de Larry Paul de este programa le valió un globo de oro como mejor actor de reparto de serie.

Gothika, Kiss Kiss Bang Bang, Buenas noches, y buena suerte, Una mirada en la oscuridad, Retrato de una obsesión, Tropic Thunder y The Solist son otras producciones en las que Downey Jr. ha intervenido.

La oportunidad de convertirse en un ícono de las generaciones actuales apareció con Iron Man y Tony Stark, personajes basados en el cómic homónimo de Marvel, que lo catapultaron en el género de acción en la gran pantalla a finales del 2008, y que además lo han colocado en la lista de los actores mejor pagados de Hollywood.

El actor de 48 años insinuó en recientes declaraciones que medita dejar de lado el papel de Tony Stark (Iron Man) para volver a sus orígenes en el cine. En una entrevista en la revista GQ se cuestionó: “¿Cuántas más películas de género puedo hacer? ¿Cuántas continuaciones exitosas serán realmente divertidas de hacer?”, al referirse a la película que dirige Shane Black.

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“Soy lo suficientemente joven y ya terminando mi tiempo de dedicación a este tipo de películas de género, también estaré cerca de las películas que son vehículo para ganar el Óscar. Y, si no me dan uno directamente, eventualmente, tendrán que darme uno por viejo”, agregó en la entrevista.

A pesar de ser más conocido por los grandes escándalos, Robert Downey Jr. y sus roles protagónicos han logrado que se gane el cariño del público, que lo reconoce no por su turbulento pasado, sino por dejar toda su vitalidad en la pantalla.