En los doce años que Líder Alberto Moreira Cevallos llevaba trabajando como taxista informal se enfrentó a delincuentes en un sinnúmero de intentos de robo. Su familia asegura que siempre puso resistencia a los antisociales y evitaba los atracos, pero a las 20:00 del pasado martes la historia cambió: un ladrón le disparó y lo mató.

El hecho ocurrió en la avenida Isidro Ayora, a la altura del bloque 6 de Bastión Popular, en el norte de Guayaquil. Hasta ese lugar llegó Cevallos con un “pasajero” que, según testigos, sacó un arma de fuego y quiso robarle las pertenencias.

“Versiones de moradores del sector indicaron que mi hermano fue víctima de robo por parte de un individuo, quien se transportaba en calidad de pasajero...”, detalló César Moreira, hermano de la víctima, en la denuncia que presentó en la Fiscalía adjunta a la Policía Judicial del Guayas.

Publicidad

En el escrito señala, basado en el relato de testigos, que su hermano forcejeó con el delincuente y producto de ello recibió un disparo en el costado derecho del abdomen.

César Moreira dijo que su hermano alcanzó a darle el celular a un morador y pidió que llamara a su tía Edilma Cevallos. “Ella dudó de que sea verdad porque mi hermano siempre andaba bromeando...”.

Cuando llegaron al sector del crimen, Líder Moreira había sido llevado en el balde de una camioneta de la Policía hasta el hospital Universitario, donde los galenos comprobaron su fallecimiento. “Lo treparon como a un perro en esa camioneta, después de estar cuarenta minutos en el sitio; la ambulancia nunca llegó”, dijo.

Publicidad

Hugo Cevallos, tío de la víctima, contó que su sobrino cogió al delincuente en la avenida Casuarina y Perimetral, zona conocida como entrada de la 8, donde “hacía estación”.

Un colega, quien no se identificó, indicó que el sujeto le pidió a Moreira que lo llevara a Flor de Bastión, pero al parecer en el camino le cambió el recorrido hacia Bastión Popular.

Publicidad

El automóvil de la víctima era un Chevrolet Spark azul, de placa RCE-228, por el cual solo había pagado doce letras tras la compra. Además, deja a cuatro menores en la orfandad.