Aunque parezca difícil de creer, el humo del tabaco afecta a millones de niños a nivel mundial, por lo que este hecho se convierte en un problema de salud muy peligrosa.

Según la doctora Carmen Arteaga, esto se convierte en un problema serio, debido a que cada vez más padres fuman delante de sus hijos, sin imaginar los riesgos que le pueden causar al pequeño.

Aunque las nuevas leyes restrictivas pueden haber cambiado algo la situación en lugares públicos, en casa nadie puede evitar que los adultos controlen sus vicios. “En cualquier caso, se sigue fumando delante de los niños y eso lo vemos cada día en nuestro entorno. la gente debe conocer a fondo cuáles son los riesgos del tabaquismo pasivo para la salud de los niños, incluso desde antes de nacer”, explicó la especialista.

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Fumar durante el embarazo es perjudicial para el feto en formación. Los hijos de madres que fuman durante la gestación tienen un mayor riesgo de tener un bajo peso al nacimiento y mayor frecuencia de infecciones respiratorias pulmonares durante los dos primeros años de vida. “Además que es un factor de riesgo que aumenta la probabilidad de síndrome de muerte súbita del lactante”.

Arteaga asegura que los infantes expuestos al humo tienen mayor riesgo de infecciones y altos niveles de agentes cancerígenos, incluso cuando existe lo que se denomina el humo de “tercera mano”, que no es el humo directo sino los restos que quedan en un lugar donde se ha fumado.

“El tabaquismo pasivo se ha asociado, en niños, a un incremento de enfermedades respiratorias; por ejemplo asma o neumonías y también a un incremento de la incidencia de episodios de otitis media aguda”, dijo.
Manifiesta que el riesgo de que un niño se convierta en un futuro fumador, también aumenta si sus padres son fumadores.

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El consumo de  tabaco durante la adolescencia puede asociarse a otras conductas de riesgo como mayor probabilidad de consumir alcohol y de incurrir, incluso, en conductas sexuales de alta peligrosidad. “Por fortuna, la normativas legales que se están llevando a cabo para limitar o prohibir el consumo de tabaco en espacios públicos tienen alguna repercusión positiva sobre la salud de los niños”.

La doctora recomienda que si en casa existe un adulto fumador, es preferible que lo haga afuera del hogar, así “ayudará a mantener el ambiente del lugar más limpio” y así “los niños puedan evitar a futuro el mismo vicio de sus padres”.