Áxel Loja, de 15 años, encabezaba el cortejo fúnebre. Eran las 13:20 de ayer. Vestido de blanco y negro, y con gafas oscuras, el joven comenzó a caminar cerca del féretro de Melanie Rodríguez Flores, la menor de 14 años que la madrugada del pasado lunes murió por asfixia con sus cuatro hermanos, y además era su enamorada. Dijo que la seguirá adorando con la misma fuerza que hace nueve meses, cuando descubrieron su amor de adolescentes.

Los amplios lentes que lo protegían del sol no impedían ver cómo las lágrimas le rodaban por las mejillas, al recordar que horas antes del incendio, que supuestamente provocó el padrastro de su novia, Gabriel Ángel Murillo Barzola, él estuvo con ellos. Contó que salió de la casa de las víctimas a la medianoche, sin imaginar lo que ocurriría luego. “Ellos estaban solos y después ha llegado la mamá; yo me enteré de lo que ocurrió por unos amigos”, contó.

Otros familiares y allegados a los pequeños no soportaron la tristeza e
irrumpieron en llanto en el momento en que los féretros de Melanie,
María Clara y Dylan fueron paseados en hombros por los exteriores de su
vivienda, la cual aún luce llena de escombros, hollín y enseres
chamuscados. Ahí los tuvieron por al menos tres minutos y continuaron el
recorrido.

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Un hecho igual de conmovedor y emotivo se observó a
las 13:00, cuando al sitio del velatorio llegó Arturo Cevallos Salinas,
el padre de Geovanna y Dérek. Vino desde Chile. Acompañado de sus hijos
de otro compromiso, el progenitor se quebró en llanto frente al féretro
de los pequeños.

“¡Mis niños!”, repetía Cevallos mientras acariciaba los ataúdes. La gente alrededor lloraba al ver la triste escena. Enseguida el progenitor avanzó adonde reposaban los cofres mortuorios de los mayores.

Aunque no eran sus hijos, ante ellos el conmovido hombre también derramó sus lágrimas. “Quiero que se haga justicia. Esto no puede quedarse así. Voy a presentar la denuncia del caso”, sostuvo Arturo Cevallos, más calmado, minutos después.

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El hombre negó que en el tiempo que vivió con la madre de los infantes, Karen Flores Mondragón, la haya maltratado, aunque reconoció que esta presentó una denuncia en su contra por supuestas agresiones, tal como lo informó el Departamento de Violencia Intrafamiliar (Devif) de la Policía.

“Hubo problemas, pero después de eso nos separamos”, indicó Arturo Cevallos, mientras un mariachi entonaba de fondo canciones como Amor eterno, Amigo y Nadie es eterno. Era la agrupación Azteca, cuyo director, Joseph Rondón, decidió por iniciativa propia dedicar un tributo en el adiós a los niños.

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El cortejo fúnebre recorrió la ciudadela Floresta II y avanzó por la avenida Roberto Serrano hasta la avenida 25 de Julio. Eran alrededor de 30 vehículos, entre estos cinco buses llenos de familiares, amigos y vecinos que acompañaron los féretros.

La caminata terminó a la altura del Registro Civil, donde los ataúdes fueron embarcados en vehículos que a lenta velocidad subieron el paso a desnivel que va a la vía Perimetral.

El recorrido terminó en el camposanto Parque de la Paz, ubicado en la parroquia Pascuales, en el norte de la urbe, adonde llegaron a las 16:10.

Ahí los cinco féretros fueron cargados en hombros por los familiares e ingresados al camposanto en medio de una multitud que copó los alrededores del bloque 109. Cinco bóvedas en la segunda fila fueron acondicionadas para recibir los ataúdes. Uno a uno fueron sepultados los cuerpos de los pequeños y las lágrimas se incrementaban entre la gente.

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El llanto de Arturo Cevallos y su madre, Margarita Salinas, se mezcló con el de Roberto Rodríguez, padre de los tres hermanos mayores fallecidos. Cuando ingresaban el ataúd de María Clara se corrió el rumor de que Karen, su madre, había muerto, lo que desesperó a los presentes. Al final la noticia fue desmentida, pero el dolor por la tragedia seguía latente.

La madre: Sigue grave
Reporte del hospital

Ayer, mediante un boletín de prensa, el hospital Luis Vernaza informó que Karen Judith Flores Mondragón sigue con “pronóstico reservado”; además, indicó que permanece con soporte ventilatorio mecánico.

Alcalde estuvo en duelo
Jaime Nebot acudió al velatorio de los niños. Dijo que ayudará a la familia.