Eran las 09:00 de ayer y dos buses de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) se alistaban para salir con rumbo al cantón Milagro desde la Escuela de Formación de Oficiales y Tropas (EFOT), en el norte.

Tras una breve ceremonia de bienvenida, los jóvenes aspirantes, 54 mujeres y 568 varones, permanecían formados en el patio principal de la escuela, vestidos con trajes formales oscuros; los hombres con sus cabezas rapadas y las mujeres con sobrios moños.

Ciento cincuenta y cuatro de ellos esperaban junto a sus maletas la orden para subir a los buses. Se trataba de los aspirantes a oficiales que se capacitarán durante un año en Milagro, el resto, 468, se quedó en Guayaquil para seguir su preparación, de 6 meses, para conformar la tropa de la CTE.

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Mientras, afuera, en el alambrado de la EFOT, una multitud de personas esperaban impacientes la salida de los colectivos o alguna noticia de su familiar que se quedaba en ese cuartel. Padres, madres, hermanos y novias, unos con lágrimas, muchos con sentimientos encontrados, como Bella Holguín, quien esperaba ver salir en uno de los buses a su hijo Érick Briones, de 21 años.

En ningún momento soltó el dije de su cadena, un corazón. Aseguró sentirse contenta porque su hijo será lo que él quiere y tendrá una profesión, pero al mismo tiempo confesó sentirse triste porque estará fuera un año. “Desde muy chico quiso ser vigilante y ahora lo va a cumplir y a servir a la sociedad”, manifestó Holguín.

Muy cerca, Antonio Cedeño sostenía el cobertor del traje de su hijo Luis, de 20 años, que se quedará en Guayaquil para seguir el curso de tropa.

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Este profesor de escuela llegó desde muy temprano con su hijo Luis, el único varón (además tiene una hija), desde el cantón Colimes y afirmó que se siente contento por el camino que su hijo escogió.

Comentó que su hijo decidió ser vigilante desde que se graduó del colegio nocturno Santa Rosa de su natal Colimes.

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Era evidente que Antonio Cedeño evitaba llorar. Él mencionó que su esposa no vino a Guayaquil porque es muy sentimental, pero que él se iba a quedar afuera de la escuela hasta que vea que no quedaba nadie y sepa que su hijo estaba bien.

Como el caso de Luis Cedeño existen otros 149 aspirantes que provienen de otros cantones, informó el mayor Óscar Sabando, director de la EFOT.

Néicer Panchana, de 24 años, es otro de los aspirantes que no es de Guayaquil. Proviene del cantón Pedro Carbo.

Su padre, quien tiene el mismo nombre, y otros familiares también estaban a la espera de noticias afuera de la EFOT. “Desde pequeñito quiso ser vigilante. Él veía a un vigilante y me decía que quería ser así. Le doy gracias a Dios”, recordó emocionado el padre.

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Ya eran las 09:45 y el portón de la EFOT se abrió, los buses salieron. Las emociones se desbordaron, las madres lloraban, los hermanos tomaban fotos y las novias se despedían, como Nathaly Jimbo, de 22 años, quien lo hizo de su novio José Tobar, de 23. “Él se va por un año, pero a cumplir su sueño y yo lo apoyo”, señaló.

Más aspirantes

Esta promoción será la segunda en la que la CTE prepare a un número superior de aspirantes. La primera fue la del 2012, en la que se graduaron 616 uniformados el pasado 12 de marzo.

Sabando dijo que los tiempos de los cursos disminuyeron (antes eran de 2 años para oficiales y 1 para tropa) para preparar con celeridad al personal y poder cubrir la demanda nacional, aunque acotó que la formación ahora es más rigurosa.

En mayo, nuevo ingreso

Óscar Sabando, director de la Escuela de Formación de Oficiales y Tropa de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), anunció que en mayo próximo ingresarán 180 aspirantes mujeres.

Formación legal

Uno de los cambios en la formación de los nuevos aspirantes a vigilantes será la mayor capacitación en el aprendizaje de las leyes de Tránsito y la Constitución, señaló el director de la EFOT.