Las dudas, con las que muchos votantes venezolanos afrontan las elecciones del próximo 14 de abril, surgen como un factor novedoso en el país petrolero, que se debatió los últimos catorce años entre el amor y el odio hacia el entonces presidente Hugo Chávez.

Desde que el líder bolivariano irrumpió en el poder en 1999, no ha habido prácticamente espacio para los matices en las urnas ante una figura que no dejaba a nadie indiferente: o se estaba con Chávez o se estaba contra él.

Sin embargo, ahora las habituales posturas categóricas de los votantes se acabaron, y el blanco o negro en muchos casos pasó a un tono más gris.

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Pese al voto duro chavista y opositor, las dudas que algunos seguidores oficialistas manifiestan hacia el elegido de Chávez, Nicolás Maduro, se unen a la opción abstencionista o a un desencanto opositor de ir a votar por Henrique Capriles en unos comicios contra el reloj dominados por la emoción ante la muerte del mandatario.

“Otro como Chávez no vuelve a nacer. Ni que pongan 200 Maduros, jamás llega a Chávez y, sí te digo, prefiero dar el voto a (Capriles) Radonski antes que a Maduro, porque ofende, habla muy feo”, aseguró María, una vendedora ambulante de 52 años de Petare, el mayor suburbio de Caracas.

Ella siempre votó por Chávez, pero, sin confiar en que Maduro sepa llevar las riendas de su ‘padre político’ (como llama el candidato oficialista a Chávez) y satisfecha con la ayuda que le brindó Capriles como gobernador del estado Miranda, cada día pide a Dios que gane Henrique.

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Otras como Deybis Muñoz, una obrera de 35 años que apoyó a Chávez desde 1999, asegura no hallar “por quién votar”. “Veo a Maduro y si él hablara por sí mismo y sus pensamientos fueran propios, quizás me fuera más por él. Capriles tiene muchas cosas malas, no se ve sincero en su forma de hablar. No sé, puede ser que no vote porque es como un voto botado”, señaló.

La oposición confía en que la disminución de votos que tradicionalmente suele darse en el oficialismo, en una elección sin Chávez, la beneficie.

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“¿Para qué uno vota, para luego uno después no tener garantías? Después de que ellos se sientan en la silla presidencial no se acuerdan del pueblo”, cree Elena, una profesora de 49 años, que lamenta la “burla y la falta de respeto” del gobierno por valerse de la imagen del difunto gobernante para hacer campaña.

“Es muy difícil que a la gente de Venezuela le saquen al chavismo de aquí adentro, porque Chávez compenetró”, manifestó Jesús Zerpa, comerciante de 55 años, de la peligrosa parroquia del 24 de Marzo, Petare adentro. Él ve a Maduro “muy fuerte, muy sobrado”, algo en lo que su vecina Eva Gamada, una cocinera de 50 años, no coincide pese a asegurar que votará por él.

Pero Leonor, un ama de casa también del 24 de Marzo, ha decidido romper con la revolución, como ya lo hizo en octubre pasado, y dará su voto a Capriles “para ver si así salimos –dice– de esta inseguridad”.