QUITO
.- La empresa Maxigraf y su tercerizada Megagraf iniciaron el proceso de liquidación del total de sus empleados, que asciende a 261 y están ubicados en Quito, Guayaquil y Durán.

La Unidad de Gestión de Derecho Público (Ugedep) calificó a Maxigraf, administrada por el Estado desde el 2008 cuando fue incautada al grupo Isaías, como “inviable”, según dijeron los trabajadores.

Empleados en Quito de la tercerizada Megagraf, que prefirieron la reserva, indicaron que el Ministerio de Relaciones Laborales prevé entregar hoy las notificaciones de despido intempestivo, y que se espera que los militares tomen el control de la compañía.

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En tanto, los trabajadores de Maxigraf en Guayaquil recibieron las notificaciones la semana pasada, pero aseguraron desconocer el procedimiento de liquidación porque sus superiores no les han informado.

Bolívar Valencia, de Megagraf, comentó que se les pagará con la venta de los activos de la industria, que las autoridades alistan para este mes.

Por ello, el Comité de Empresa ha pensado en formular un pliego de peticiones para que la liquidación sea apegada a la ley, y para que se cumpla el plazo ofrecido de un mes.

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Fernando Monroy, jefe de personal de Maxigraf en Guayaquil, informó que la compañía no será liquidada por el momento, pero sí los trabajadores. Explicó que el Ministerio de Finanzas entregará el dinero para las liquidaciones en máximo 30 días y que después el Estado recuperará el egreso con la posterior venta de activos.

Monroy señaló también que el Ministerio de Relaciones Laborales ha indicado que los desvinculados podrán acercarse a dicha cartera de Estado desde la próxima semana para aplicar al programa Socio Empleo.

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Refirió que en el Ministerio le han dicho que si se vende la empresa se podría sugerir que sean contratados nuevamente.

Los administradores de Maxigraf y Megagraf y las autoridades de Ugedep no han explicado por qué se liquidará al personal, pero las compañías –en especial la primera– suman varios problemas.

La acumulación de deudas, la inestabilidad laboral y de gerencias, entre otras situaciones, debilitaron a Maxigraf, una imprenta, según sus empleados.

Datos del Servicio de Rentas Internas (SRI) revelan que en el 2007, antes de la incautación, pagó $ 129.595,33 de Impuesto a la Renta; en el 2008, $ 0; en el 2010, $ 52.732,14 y en el 2011 otra vez $ 0. El reporte del 2012 todavía no se ha presentado.

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Durante la gestión estatal, Maxigraf adquirió deudas con el Banco Cofiec, que también es de la Ugedep.

Un informe de la Superintendencia de Bancos detalla que hasta marzo pasado la deuda era de $ 1’025.227,42, con un sobregiro de $ 42.939,53. También muestra indicadores de pérdidas acumuladas de $ 1’651.787 en el 2010.

Valencia lamentó la situación a la que ha llegado la compañía. Refirió que antes de la incautación trabajaba al 100% de la capacidad, pero que después, las órdenes empezaron a reducirse y el contrato más importante fue el del censo del 2010.