Estar pasaditas de peso y adelgazar de golpe y porrazo puede ser muy peligroso para tu estética porque aparece el monstruo de la flacidez.

La vida sedentaria y el consumo excesivo de carbohidratos simples son también factores de riesgo para que tu piel se vea como un chicle masticado.

Que nunca más te veas ‘aguada’ frente al espejo. Con estas recetas caseras poco a poco verás resultados, pero no olvides ingerir más proteínas de buena calidad (carnes magras, soya, granos, quinua) y hacer actividad física.

Publicidad

-Derretir dos barras de chocolate a baño María. Una vez que estén bien fundidas agregar dos cucharadas de miel y mezclar muy bien ambos ingredientes. Una vez que la preparación esté tibia, colocar sobre la zona del cuerpo donde se encuentre la flacidez. Cubrir con papel plástico y dejar actuar durante media hora. Darse un baño de agua tibia. Realizar este proceso tres veces a la semana.

-Batir tres claras a punto de nieve, agregar dos cucharadas de miel y dos de aceite de oliva. Remover suavemente y aplicar sobre el área afectada y dejar actuar durante veinte minutos. Retirar con abundante agua fría.

-Batir un tomate troceado, agregar un aguacate y una cucharada de aceite de sésamo. Batir muy bien hasta que estén bien mezclados. Aplicar con la ayuda de un masaje suave por toda la zona flácida y dejar actuar durante cuarenta minutos. Enjuagar con agua tibia o ducharse ni bien pase el tiempo establecido.

Publicidad

-Pisar la pulpa de un higo y agregarle cinco gotas de limón. Aplicar y dejar actuar durante treinta minutos. El higo es un poderoso regenerador y reafirmante de la piel.

-Cortar media manzana roja sin la cáscara y colocarla en una batidora junto a una tajada de melón. Añadir una cucharada de aceite y licuar todo muy bien. Aplicar sobre la piel y dejar actuar durante quince minutos.

Publicidad

-Cortar una zanahoria en trozos pequeños y colocarlos en una batidora. Añadir el zumo de una naranja y licuar. Una vez que ambos ingredientes estén bien unidos, agregar una cucharada de miel y esparcir delicadamente sobre la zona a tratar. Dejar actuar durante treinta minutos y aclarar con agua fría. Reiterar tres veces a la semana.