“Cuando me dijeron que no solo había pasado la prueba de exoneración para entrar a la universidad, sino que fui la única entre más de dos mil aspirantes en aprobar el test, sentí una emoción indescriptible”, fue lo primero que dijo Diana Sabely Pilligua Murillo, de 17 años.

Es la única aspirante que pasó el test de exoneración para entrar a la Universidad de Guayaquil, con 82 sobre 100 puntos.

Indicó que en la primera prueba de aptitud de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, (Senescyt) sacó un puntaje de 911, que no le permitió estar entre los mejores bachilleres.

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“Lo que en realidad yo aspiraba era lograr el puntaje para pasar o al menos entrar en el curso de nivelación para seguir la carrera de Medicina, que es lo que me gusta”, expresó.

“El test era de 100 preguntas. La prueba se hace difícil para quienes no estudian, porque todo lo que toman es lo que aprendimos en el colegio”, dijo.

Gloria Murillo, la madre de Diana, acompañó a esta joven a la universidad a rendir la prueba. Ella iniciará clases en mayo y no tendrá que pasar por un largo periodo de nivelación.

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Diana es bachiller del colegio religioso Stella Maris, en donde se graduó de químico-bióloga. Aunque no fue abanderada de su colegio, se destacó por ser buena alumna, dijo su madre.

La joven indicó que estudió para dar la prueba, “pero tampoco es que me mate estudiando día y noche, sería mentir”.

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Señaló que cuando llegó a la universidad iba nerviosa y dos veces se le cerró la computadora. Ahora, Diana espera que como premio sus padres le permitan cortarse el cabello. “Mi mamá no quiere porque yo le digo que quiero rapármelo de un lado, y dejarme el otro largo, pero no me deja”, indicó.