A pocos días de que culmine la fase experimental de la pesca de merluza, los armadores solicitarán a las autoridades que se permita seguir con la pesquería hasta que se adopte una decisión sobre la factibilidad de autorizar la actividad.

La captura de merluza se prueba como alternativa a la pesca de arrastre que se prohibió desde el año pasado. El plan piloto arrancó el 15 de enero y terminará este 28 de febrero.

Juan Carlos Correia, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Armadores de Barcos Pesqueros-Camaroneros, dijo que durante este periodo han obtenido resultados favorables que pueden hacer viable la pesca del recurso.

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Los once barcos involucrados en el programa han capturado entre 1.000 y 1.200 toneladas. Cada uno ha pescado de 6 a 7 toneladas durante las faenas de 24 horas y según datos preliminares, el pescado capturado oscila en promedio entre 30 a 35 cm, con un peso de unos 180 gramos.

El empresario explicó que con las redes que están usando, que tienen un ojo de malla más grande, el 98% de las capturas corresponde a merluza y el 2% a otras especies. “El primer objetivo que era no capturar otras especies se ha cumplido”, afirmó Correia.

Como los armadores han realizado una inversión que hasta el 28 de febrero aún no la recuperarán, Correia consideró que “bien se podría trabajar durante marzo hasta que haya una respuesta” del Gobierno sobre si es factible o no dar permisos para la actividad. Esta decisión la tomará el Ejecutivo.

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Dámaso Zambrano, armador de un barco que participa en el plan experimental, estimó que se podría autorizar con cupos a unas 20 embarcaciones para que se involucren en la pesca de la especie. “Se quiere trabajar ordenado para que (el recurso) no se lo vaya a devorar en dos años”, sostuvo.

El armador cree que de concederse los acuerdos ministeriales para la pesca de merluza, el producto debe ser focalizado para la exportación debido a que el hábito de consumo en Ecuador no es tan fuerte.

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Zambrano, quien ha capturado cerca de 125 toneladas de merluza, ha destinado casi la totalidad de esa producción al mercado de exportación. El precio de cada kilo procesado ha oscilado los $ 1,60.