AP
WASHINGTON.- Con un plazo que vence a fin de mes, el gobierno de Barack Obama se reunirá esta semana en la Casa Blanca con grupos que apoyan la posesión de armas, organizaciones de víctimas y representantes de la industria de los videojuegos para discusiones con el potencial de que surjan políticas para frenar la violencia con armas.

El presidente encomendó a un grupo de trabajo la entrega de propuestas para finales de enero. El grupo, encabezado por el vicepresidente Joe Biden, se formó después de la masacre en diciembre pasado de 20 niños y 6 adultos en una escuela primaria de Newtown, Connecticut.

Biden se reunirá hoy con grupos de víctimas de la violencia armada y con organizaciones de seguridad, informó un funcionario de la Casa Blanca. Mañana se encontrará con grupos que apoyan la posesión de armas y con los que las utilizan de forma recreativa.

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El vicepresidente estadounidense también planea ver esta semana a representantes de las industrias del entretenimiento y los videojuegos. El funcionario que dio la información no dio su nombre porque no estaba autorizado a hablar del tema antes de que se diera a conocer públicamente.

Obama dijo que la matanza del pasado 14 de diciembre en Newtown ha sido el peor momento de su presidencia. Esta catapultó al control de armas al primer lugar de su agenda por primera vez en su presidencia e hizo que algunos legisladores que defienden la libertad de comprar armas manifestaran su disposición a considerar nuevas medidas.

Pero a menos de un mes del ataque, el tema ya fue desplazado en Washington por los asuntos económicos. El mandatario y los legisladores pasaron el fin de año esforzándose por evitar el precipicio fiscal que implicaría aumentos generalizados de los impuestos y recortes al gasto a partir de enero. Además, el Congreso enfrentará en marzo otra serie de plazos fatales igual de apremiantes para la economía.

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Mitch McConnell, líder de los republicanos en el Senado, dijo que la próxima ronda de fechas límite fiscales ocupará la atención del Congreso y aplazará al menos tres meses considerar la legislación de las armas.

“Habrá mucho tiempo para revisar sus recomendaciones una vez que las presenten”, dijo el senador por Kentucky sobre las propuestas que se esperan de Biden, durante una entrevista el pasado domingo.

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Colaboradores del mandatario estadounidense aseguran que el presidente aun así planea actuar rápido sobre las propuestas del vicepresidente.

En tanto, la exrepresentante federal demócrata Gabrielle Giffords y su esposo, Mark Kelly, lanzaron ayer una nueva iniciativa para endurecer las normas de tenencia y uso de las armas de fuego, al cumplirse el segundo aniversario del tiroteo en Tucson en el que murieron seis personas y la representante resultó gravemente herida.

“A mí me hirieron de bala en la cabeza mientras me reunía con mis votantes”, en Tucson, Arizona, recordó en su mensaje inaugural de la campaña la exrepresentante demócrata, quien ha recuperado lentamente, aunque no del todo, el habla y los movimientos.

Gifford y Kelly se sumaron así al debate recurrente sobre la posesión de armas que arrecia en estos momentos en Estados Unidos, un país donde hay más de 250 millones de rifles, revólveres, entre otros, en manos de los civiles y donde más de 30.000 personas mueren cada año por heridas causadas con ese tipo de armas.

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