El gobernante cubano, Raúl Castro, en una reunión del Comité Central del Partido Comunista, el único de su país, ha llamado a seleccionar y preparar a dirigentes jóvenes. Ya en enero había expresado la necesidad de aumentar progresivamente su presencia junto a mujeres, negros y mestizos en cargos de dirección. Ha añadido que el tiempo apremia.

Aunque no por las mismas razones, lo cierto es que los partidos, en todos los países, deben asumir la obligación de la formación e incorporación permanente de nuevos miembros a los puestos directivos, de tal manera que llegado el momento de tener presencia en la vida política, no improvisen llamando a personas que tienen popularidad, pero ningún antecedente que demuestre su interés en los asuntos públicos, o su identificación ideológica con los postulados del grupo político al que van a representar.

El país necesita partidos sólidos y serios que perduren y que preparen el cambio generacional. Si tuvieran un plan de formación constante, la campaña electoral sería el momento propicio para promover nuevos cuadros.