A las 09:15 del sábado llegaron a Cuenca los cuerpos de los migrantes María Inés Muñoz, de 24 años, y Luis Ariosto Calle, de 22, quienes fallecieron ahogados el pasado 4 de noviembre en el río Grande, en la frontera que une a México y EE.UU.

Los restos llegaron hasta el aeropuerto Mariscal La Mar, en donde los esperaban familiares oriundos de la parroquia Malal del cantón Gualleturo, en la provincia de Cañar.

Deudos indicaron que los obligaron a firmar un documento para traer solo las cenizas. “Nos dijeron que si no autorizábamos que solo vengan las cenizas, iban a poner los cuerpos en una fosa común” dijo Nancy Muñoz, hermana de Muñoz.

Publicidad

Tania Álvarez, coordinadora zonal de la Senami, rechazó las presiones y dijo que los cuerpos presentaban avanzado estado de descomposición.