“¡Hola!”, “¿Estás en camino?”, “T.Q.M.”, “¡Feliz cumpleaños!” o un simple “=)” son algunas de las palabras y caracteres que una persona puede utilizar en un mensaje de texto, esa alternativa que lleva conectando a los portadores de teléfonos celulares desde hace 20 años.

El primero en mandar un mensaje de este tipo fue el ingeniero y exfuncionario finlandés Matti Makkonen. Era el 3 de diciembre de 1992. Con un “Feliz Navidad” logró enviar el contenido desde una computadora a un teléfono móvil Orbitel 901 usando las redes de telefonía de Vodafone, en Reino Unido. La idea ya se había gestado durante una teleconferencia en 1984.

Estos mensajes han evolucionado. Ahora también, anexo al contenido textual, se pueden enviar imágenes, videos, notas de voz, etcétera. Este desarrollo se ha dado conjuntamente con el de los llamados teléfonos inteligentes, que ya no solo tienen las funciones de hacer y receptar llamadas y mensajes como lo hacían sus predecesores, sino que también cuentan con acceso a internet, aplicaciones y más. El mensaje de texto común, que se limita a letras, números y otros caracteres, igual sigue disponible.

Publicidad

Otras herramientas tecnológicas como Facebook, Twitter o Skype, a través de las cuales un sinfín de contenidos pueden ser compartidos, no merman, sin embargo de la popularidad de estas misivas electrónicas: el año pasado se enviaron unos 8.000 millones de estas.

Makkonen, en una entrevista reciente con la BBC, aseguró que los mensajes de texto seguirán siendo un sistema “confiable y conveniente”. No obstante, añadió, cree que lo que no será necesario es lo que hoy se conoce como servicio de mensajes cortos o SMS (Short Message Service, por sus siglas en inglés). “No se pagará más por los mensajes”, subrayó.

Estos contenidos textuales nacieron con la idea de comunicar algo en un espacio limitado de caracteres. En la actualidad, las empresas lo utilizan, además, para motivar a la gente a que les escriba, por un determinado costo, para tener la oportunidad de participar en concursos, sorteos o recibir asesoría en diversos ámbitos.

Publicidad

La tecnología, asimismo, ha avanzado al punto de que los mensajes no necesariamente deban ser escritos por la persona, sino que basta con hablarle al teléfono para que se encargue de escribirlo y enviarlo.

La gente puede ‘mensajearse’ aún, solo que cada vez hay más formas de hacerlo: escribiendo o hablándole al smartphone. Y presionando la tecla Enviar.