Periodista deportivo desde su adolescencia, el historiador guayaquileño Alberto Sánchez Varas ostenta el privilegio de ser uno de los pocos comunicadores que ha cubierto, y también visto como aficionado al fútbol, las catorce coronaciones nacionales de Barcelona.

“Es algo que me enorgullece. He visto todos los campeonatos de Ecuador que obtuvo Barcelona y también los que ganó en los antiguos torneos de la Asoguayas. El único que no observé fue el último del amateurismo, ganado en 1950, porque era muy pequeño”, dice Sánchez Varas, que como periodista de Diario EL UNIVERSO cubrió los partidos decisivos que le dieron las coronas nacionales a los canarios en 1963, 1966, 1970, 1971, 1980 y 1981.

¿Cuál fue el mejor Barcelona campeón?, se le consulta y responde: “Técnicamente hablando era muy bueno el de 1963, dirigido por el brasileño Gradym. También el que logró el doblete de 1970 y 1971, con Otto Vieira como entrenador; el campeón de 1980 era un gran equipo. Pero sí debo elegir uno, me quedo con el de 1971, tenía a Alberto Spencer y a Pedro Perico León. ¿Qué más se puede decir?”.

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Sánchez Varas también habló de los compromisos que cubrió para este Diario cuando los toreros se proclamaron monarcas nacionales. “Todos tuvieron una característica especial. El de 1966 fue dramático porque Barcelona enfrentó en Guayaquil al Aucas, que ya solo jugaba por el honor, pero complicó. Los canarios debían por lo menos igualar para ser campeones, si perdían debían definir el título con Emelec. Fue empate a 1, pero sobre la hora Luciano Macías sacó de la raya, a los 89 minutos, un tiro de Oliveros”.

Sin embargo, para Sánchez Varas, ingeniero comercial de profesión, y autor de libros como 1835-2010. Nuestra historia (del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil) y La aviación y los aeropuertos de Guayaquil, dice que la más anecdótica de las finales que cubrió para este Diario fue la de 1980, en Machala, ganada 3-0 a Técnico Universitario, con el mítico gol de chilena de Víctor Ephanor.

“La ciudad parecía un barrio de Guayaquil. Era un tercer partido definitorio que transmití, junto con Francisco Doylet, para el antiguo Canal 10 (TC Mi Canal). También la cubrí para el Diario y por cuestiones de cierre de edición tuve que salir del estadio 9 de Mayo directo rumbo al aeropuerto machaleño. EL UNIVERSO contrató una avioneta para que nos trasladara a los fotógrafos Humberto Parra y Miguel Quijije, y a mí. Lo más difícil fue llegar al aeropuerto, Machala se desbordó. Afortunadamente, aún había luz natural cuando despegamos. Fue una odisea”.

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El periodista relata que arribó a Guayaquil, escribió la nota del partido y tuvo tiempo para bajar del antiguo edificio de este Diario (Escobedo y 9 de Octubre) y ver, entre la multitud, la caravana de Barcelona, que llegó vía terrestre”.

Sánchez Varas se desvinculó de este Diario en 1982, pero como seguidor del balompié disfrutó de las restantes coronaciones de Barcelona, incluida la conseguida ayer luego de catorce temporadas de espera.

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“De este conjunto de Gustavo Costas destaco su disciplina táctica. Han tenido enorme influencia en la obtención del título Máximo Banguera y Damián Díaz y la efectividad de Narciso Mina. Tuvo una zaga que ha brillado, pero para que los defensores funcionen hay que tener un gran arquero y Banguera ataja cada vez mejor”, opina Sánchez Varas.

Para el historiador, “el título que consigue Barcelona lo hace siendo el mejor, eso es indiscutible. Ganó las dos etapas, tiene la mejor ofensiva y la defensa con menos goles recibidos. Tiene al goleador (Narciso Mina, con 28 tantos). Más contundencia para demostrar que es el mejor, imposible”.

También asegura que catorce campañas sin vueltas olímpicas no mermaron la popularidad nacional de los amarillos. “Para nada. Los años sin campeonatos tal vez hicieron que se despertara la inquietud y ansiedad en muchos jóvenes y por esa vía se hicieron hinchas. Creo que ahora disfrutan este éxito por el acierto de incluir en la plantilla a muchos futbolistas acostumbrados a jugar finales”.

“Damián Díaz es un jugador distinto, lo dije en el 2011 y ahora muchos se dan cuenta. Él es una mezcla de Escurinho y Víctor Ephanor”.
Alberto Sánchez Varas
Periodista e historiador

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