EFE
LA PAZ, Bolivia.- Las emblemáticas muñecas Mariquita Pérez, de España, y Shirley Temple,
de Estados Unidos, aparecen juntas en una exposición de juguetes
antiguos inaugurada esta semana en Bolivia para que los mayores evoquen
su infancia y las nuevas generaciones aprecien el detalle con que fueron
fabricadas.

La muestra es presentada por el Museo Elsa Paredes de Salazar, que lleva
el nombre de su fundadora, una investigadora boliviana y gran
coleccionista de muñecas que en 2010 cumplió el sueño de abrir un nuevo
espacio cultural en La Paz para compartir con personas de todas las
edades las piezas que había atesorado durante 80 años.

El museo posee una colección de 1.600 muñecas vestidas con trajes
típicos de países de los cinco continentes que se exhiben
permanentemente, algunas con más de 100 años de antigüedad.

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La idea de hacer una muestra solamente con muñecas antiguas nació de los
mismos visitantes de la galería, según explicó a Efe Roxana Paredes,
directora del museo e hija de Elsa de Salazar.

"Conversando con varias familias, fuimos indagando que hay muñecas que
se conservan como patrimonio familiar de las abuelas, de las bisabuelas.
También nos encontramos con que hay varios coleccionistas de muñecas,
además de restauradores", señaló Paredes.

Así se logró reunir a 80 muñecas antiguas que pertenecen a 15 familias
de La Paz y cuyas fechas de fabricación se remontan a un período entre
1860 y 1940.

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La muestra también es un homenaje a Elsa de Salazar, fallecida dos días
antes de la inauguración celebrada el viernes, pero que antes de morir
pidió expresamente que la exposición no se detuviera.

Las muñecas que son parte de la exhibición están hechas de diversos
materiales, entre ellos la cera, porcelana, biscuit, pasta de
composición y cartón piedra; algunas con cabello natural, pelucas de
mohair o pelo sintético, explicó Paredes.

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Las piezas están expuestas en pequeñas sillas, camas, divanes y vitrinas
a escala y antiguos baúles y maletas situadas en dos ambientes que han
sido decorados con un aire navideño.

Una de las piezas estrella de la colección es la inspirada en la actriz
estadounidense Shirley Temple, fabricada entre 1938 y 1940 por la
factoría Toy Corporation y que "precedió a las muñecas de plástico de la
época moderna", según la directora del museo.

La pequeña rubia lleva un vestido celeste, zapatos blancos y un broche
con la fotografía de la Shirley Temple original con la frase: "The
world's darling" ("La mimada del mundo").

No podía faltar en la muestra una mítica española Mariquita Pérez, con
su tradicional vestido a rayas rojas y blancas, con "carita de ojos
durmientes y la boca abierta", hecha de pasta de composición y cartón
piedra.

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Mariquita Pérez fue todo un fenómeno social en España en las décadas de
los cuarenta, cincuenta y principios de los sesenta desde que a Leonor
Coello de Portugal se le ocurrió crear en 1939 la primera muñeca del
mundo con ajuar y accesorios.

También se exhiben muñecas alemanas de las industrias Kammer und
Reinhart y Armand Marseille y un trío de "Autómatas", dos músicos y una
bailarina fabricados en 1894 por Roulet et Descamps.

Otra de las muñecas que se ha ganado un lugar especial en la exposición
es una española hecha de paño, cuya cara fue pintada a mano y perteneció
a la madre de la poetisa Yolanda Bedregal, una de las grandes figuras
de la literatura boliviana.

Además, resaltan dos "China dolls", que estuvieron entre las primeras
muñecas con brazos y piernas articulados y que podían sentarse; una
muñeca francesa "superviviente" de la Segunda Guerra Mundial y otra
Petitcollin que viste un traje regional.

Paredes planea repetir la muestra cada dos años, intercalándola con
ferias de fabricantes artesanales de muñecas en Bolivia, y con la
expectativa de que en cada versión se sumen más coleccionistas.

La actual exposición permanecerá abierta hasta el 1 de diciembre próximo.

Declaraciones de Roxana Paredes, directora del museo e hija de Elsa de Salazar.