Media docena de veces se jugó el Clásico del Astillero hace una década. Los enfrentamientos dejaron dos triunfos para Emelec -que al final fue campéon ecuatoriano- dos para Barcelona y dos empates. Hubo siete goles anotados por los eléctricos y cinco por los canarios.

El primero del año se realizó el 23 de marzo del 2002, en el Monumental. Finalizó 0-0 y este Diario tituló ‘Ganancia sin goles’ en alusión a la “valiosa taquilla” que dejó el duelo, calculada en más de $ 150.000. “La hinchada pagó bien su entrada –cuyo precio se incrementó en 100% para este juego–, pero con el empate y el espectáculo, ambos equipos quedaron debiendo”, se reseñó.

En el partido se estrenaron con la camiseta amarilla Iván Hurtado e Iván Kaviedes, símbolos millonarios.

Publicidad

El 7 de abril, en el estadio Capwell, ‘Bastó un penalti’, para que Barcelona se quedara con la victoria 0-1. El gol lo marcó Nicolás Asencio, a los 88 minutos, tras una falta del golero Daniel Viteri sobre Kaviedes.

Este Diario indicó que fue una “doble caída para Emelec en dos días: el Che Pérez (uno de los más tradicionales hinchas millonarios) falleció y ayer perdió el Clásico”.

Los acérrimos rivales volvieron a medirse el 11 de agosto de hace diez años, en casa de los canarios, que otra vez ganaron por la mínima diferencia: 1-0.

Publicidad

Se comentó que “no solo una propuesta más agresiva ante los eléctricos facilitó la labor de los toreros, sino también tener al mejor arquero del país, José Francisco Cevallos, al custodio del arco”. El tanto lo hizo Eduardo Tanque Hurtado (59m), que “desató la locura en el Monumental. El resto quedó en las manos de Cevallos”.

El 1 de septiembre hubo ‘Fiesta azul en la caldera’, según el título de este Diario al referirse a la victoria 3-1 de los millonarios.

Publicidad

“Dos goles y hasta una mano penal. Augusto Poroso estuvo en todas, como en la mayoría de los clásicos que ha jugado. Es zaguero, pero cuando enfrenta a Barcelona desdobla su función y se convierte en un cabeceador efectivo en el área rival”, se indicó.

Poroso marcó dos veces (26 y 75m), uno de cabeza y el otro de penal. El primero lo anotó Otilino Tenorio (19m). El colombiano Eudalio Arriaga descontó (77m) de pena máxima, tras una mano de Poroso.

El quinto partido del 2002 fue el 10 de noviembre, en el Monumental, cuando ‘Otilino le dañó la fiesta a Barcelona’; fue empate a 2. Los locales vencían con anotaciones de Asencio, de penal, por falta de Carlos Hidalgo sobre Cristian Chaparro (38m); aumentó con gol del Tanque Hurtado, a los 52m.

Descontó Pavel Caicedo, a los 63m y “el drama rondó el Monumental”. A los 70m Otilino Tenorio decretó el 2-2.

Publicidad

El 8 de diciembre fue otra vez victoria eléctrica, con goles de Walter Ayoví, “cuando todavía ingresaba público al Capwell (3m)” y Moisés Cuero (73m).