Pattie Mallette tenía 18 años y vivía en un albergue para jóvenes embarazadas tras años de abusos sexuales y depresión cuando tuvo un niño al que pensó que le pondría Jesse, pero cuyo primer llanto sonó como una canción. Cuando llegó al mundo, el bebé parecía más como un Justin y su apellido no fue Mallette. Es Bieber.

Hay que estar totalmente desconectado del mundo para no saber, por lo menos, algo de la historia de Justin Bieber, quien saltó a la fama mundial por un video de YouTube, o de su leal ejército de admiradoras gritonas, apodadas Beliebers y sus 28 millones de seguidores en Twitter. Pero lo que muchos posiblemente desconocen son las dificultades que pasó su madre, comenzando por el doloroso divorcio de sus padres, los años de turbulencia emocional y fiestas descontroladas por las cuales descuidó la escuela y su acercamiento a Dios después de un intento de suicidio.

Mallette, de 37 años, plasmó todo su pasado en el nuevo libro Nowhere but up: The story of Justin Bieber's mom, publicado por la editorial de superación personal Revell. Se trata de una historia contada sin muchos remedos y escrita en colaboración con A.J. Gregory, quien también es madre. Una fracción de las ganancias del libro será destinada a albergues como el que recibió a Mallette en Canadá cuando su madre la corrió de su casa por embarazarse.

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Mallette tenía 2 años cuando vio que su padre alcohólico y abusivo se iba de la casa. Tenía unos 3 años cuando fue víctima de abuso sexual por parte de un conocido. Mallette no identifica a las múltiples personas que abusaron de ella, incluyendo a un niñero y al abuelo de una amistad, pero las últimas palabras de su libro dicen bastante: “A mis abusadores, los perdono”. El temor, el odio a sí misma y la noción de que era una despreciable “niña sucia” la siguieron por su vida mientras que el vacío de un padre en su corazón la llevó a beber alcohol y a drogarse hasta perder la conciencia, desde los 14 años. Fumaba marihuana y LSD.

Dejó su casa a los 16 años y para mantener su consumo de drogas cometió delitos menores y vendió marihuana. Desde los 15 años comenzó la negativa relación intermitente con el padre de Justin, Jeremy Bieber. A los 17 se arrojó frente a un camión y terminó en la división psiquiátrica de un hospital. Ahí encontró la religión cristiana, aunque su fe flaqueó poco después y regresó a su vieja vida de excesos.

Fue entonces que quedó embarazada de Jeremy, pero resistió la presión de quienes la rodeaban para que abortara. No pudo regresar a su casa, así que tuvo que luchar para sobrevivir con la ayuda que le daba el gobierno después de que naciera Justin. Con la ayuda de un vecino, que le pagó un año de guardería, Mallette obtuvo su diploma de secundaria y después estudió diseño de páginas web con una beca.

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El éxito para Justin creció como una bola de nieve cuando él tenía 12 años y su madre publicó videos en YouTube. Hoy, él es una joven estrella.

A los 21 años, Mallette decidió que no tendría relaciones sexuales fuera del matrimonio. No se ha vuelto a casar, pero dijo que está lista para dejar atrás otra promesa, una que le hizo a Justin cuando se mudaron a Estados Unidos y le prometió que no tendría citas hasta que él cumpliera 18 años.

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“Ya es hora de comenzar a tener citas”, dijo sonriendo. Aunque está segura de que Justin será un duro juez para los candidatos. “Será difícil de complacer”, dijo Mallette. “Es muy protector, pero definitivamente tendrá que dar su aprobación”.