El presidente boliviano, Evo Morales, rechazó ayer la negativa de Estados Unidos de extraditar a Bolivia al expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada, procesado por delitos de lesa humanidad, y pidió a Washington no convertirse en “refugio de delincuentes”.

“Hemos recibido el pasado jueves una nota del gobierno de los Estados Unidos negando la extradición de quienes hicieron mucho daño a Bolivia, de quienes políticamente decidieron el mal uso de las Fuerzas Armadas”, dijo el mandatario en un acto militar en la localidad de Sanandita (sur).

Una fuente oficial estadounidense bajo anonimato, sin dar más detalles, confirmó que la extradición fue denegada.