Enfrentamientos con palos, piedras, botellas y bombas molotov volvieron al sector del Camal Municipal, en el barrio Cuba, en el sur.

Ayer en la mañana comerciantes que trabajan dentro del camal confrontaron a policías metropolitanos, tal como sucedió el pasado 3 de febrero, cuando en los disturbios participaron expendedores informales de vísceras que se ubicaban afuera del camal y reclamaron por un desalojo de sus puestos de trabajo y luego fueron reubicados en un terreno cercano a ese lugar.

Antes de los disturbios, que solo dejaron golpeados leves y semiasfixiados, los faenadores se tomaron las instalaciones del camal como protesta por supuestos maltratos de parte del director del matadero, Raymundo Chedraui.

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“Ese señor es prepotente y abusador, se cree el dueño del camal”, reclamó Arturo Astudillo, uno de los manifestantes, quien señaló que la huelga empezó el pasado lunes. Pese a esto, los incidentes ese día no llegaron a mayores, como sí sucedió la mañana de ayer cuando Chedraui fue obligado a dejar su oficina.

Tras la salida del director, alrededor de las 09:00, los camaleros se tomaron las instalaciones en aparente forma pacífica. Sentados en los bordillos, con sus afilados cuchillos de trabajo metidos en sus botas de plástico, reclamaban no solo por los supuestos maltratos, sino por el mal estado de la infraestructura del camal, mientras, las reses, en evidente mal estado, desfallecían de hambre y sed en los corrales.

“El problema es que nos subieron el 300% de la tasa, de $ 4,50 a $ 14,75 hace un año para supuestas mejoras, pero hasta ahora cumplen”, denunció Édison Sánchez, que se identificó como uno de los dirigentes de los camaleros, quien señaló que todos los meses la tasa sube $ 0,75 hasta que a fin de año llegue a $ 17 o $ 19.

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Otra de las quejas es el funcionamiento de una máquina para limpiar mondongo que adquirió el Cabildo hace un mes. Los trabajadores aseguraron que la máquina daña el producto que sale con un color verde, por lo que no lo aceptan para la venta. “Eso no se puede vender y perdemos plata”, reclamó el mondonguero Néstor Muñoz.

La calma duró hasta después de una reunión que mantuvieron los dirigentes de los camaleros con loa directores de Justicia y Vigilancia del Cabildo, Xavier Narváez; y de Mercados Gustavo Zúñiga.

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Zúñiga y Narváez se marcharon del camal con un acuerdo supuestamente pactado, ellos se comprometieron a llevar las peticiones de los camaleros al alcalde Jaime Nebot y no cobrar la tasa de $ 14,75 hasta después de una revisión.

Sin embargo, a las 11:30 un pelotón de policías metropolitanos se encaminó desde el mercado Caraguay hasta el camal, lo que alertó a los manifestantes, quienes salieron del matadero para supuestamente repeler la arremetida de los uniformados que pugnaban por entrar y recuperar el lugar.

Los faenadores arrojaron piedras, palos y botellas a los uniformados, quienes contestaron con los mismos objetos contundentes, sin embargo, según Jorge Cordero, uno de los manifestantes, hubo personas infiltradas del Municipio, quienes iniciaron los disturbios.

Paralelamente a los enfrentamientos, la Municipalidad remitió un comunicado en el que indicaba que comerciantes e introductores de ganado, sin relación laboral con la Municipalidad, se apoderaron arbitraria e ilícitamente del camal y que se iniciaron acciones legales penales contra ellos.

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Según el Cabildo, oponerse a las máquinas de procesamiento de mondongo es oponerse a la modernización.

Los ánimos se caldearon con el pasar de los minutos. Un grupo de comerciantes se apostó en la calle E y Gral. Robles para preparar bombas molotov con botellas, trapos y gasolina.

En otro sector, a pocos pasos de la entrada del camal, dos de estos artefactos fueron lanzados, desde el balcón de una casa, a los metropolitanos que resguardaban el sitio.

Los enfrentamientos prosiguieron, con una tímida mediación de la Policía Nacional hasta las 14:20. Unos 100 gendarmes trataron de evitar los disturbios, pero fueron rebasados por los comerciantes, que eran contenidos solo cuando se les lanzaba gas lacrimógeno.

Diez minutos después el director de Salud del Municipio, Ernesto Romero, llegó al camal a bordo de una camioneta del Cabildo. Tiempo después, ingresó Narváez, para mantener una segunda reunión con los camaleros.

Sin embargo, el acercamiento no llegó a un acuerdo.

Narváez salió del camal a las 16:30 y anunció que el Alcalde no cedió a bajar la tasa, pero aseguró que iban a abrir el matadero hoy.

En tanto, los comerciantes, a través de su representante Gabriel Moreira, señalaron que la atención al público estaba condicionada a que el Cabildo retire las acciones legales penales en contra de sus compañeros.