Sin haber sido superado de forma amplia en lo futbolístico, Emelec fue goleado ayer 3-0 por El Nacional, en partido jugado en el estadio Olímpico Atahualpa, donde además de las virtudes de los ofensivos militares, se evidenció fallas en la marca azul.

En esta temporada es la primera vez que los eléctricos caen por un marcador tan amplio. Antes, máximo habían sido derrotados por 2-0. Con este marcador cayeron con Liga de Quito, Liga de Loja y Manta.

Édison Preciado, quien el pasado viernes afirmó a este Diario que con creación de juego atrás de los volantes de marca (José Luis Quiñónez y Dennys Corozo) se podía crear peligro a Emelec, abrió el marcador tempraneramente (12m).

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El orense, tras un pase largo de Javier Chila a las espaldas de los zagueros, ganó la posesión del balón a Gabriel Achilier y de cabeza derrotó al arquero Wilmer Zumba, cuando este intentaba salir a rechazar el balón.

La anotación cayó como un baldazo de agua fría no solo a los más de mil seguidores azules que llegaron al escenario, sino al cuerpo técnico millonario, liderado por Gustavo Quinteros, quien al final del encuentro afirmó que en esa acción se cometió “un error”.

Los pelotazos a las espaldas de los volantes de marca y de los defensores azules fueron la mejor arma que utilizó el equipo del técnico Sixto Vizuete. Los ofensivos rojos casi siempre ganaron en la posesión de la pelota a sus rivales.

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En el segundo tiempo, Emelec salió mejor en la parte de adelante. El ingreso de Luciano Figueroa (46m), Walter Iza (64m) y Pablo Palacios (82m), además de la velocidad de Enner Valencia provocaron constante peligro en el área rival.

Sin embargo, la rapidez de Valencia se opacó con las equivocaciones constantes de este al momento de dar el pase final. Aún así, Fernando Giménez, Figueroa, Iza y Palacios tuvieron chances de anotar.

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Juan Luis Anangonó (65m) y Marcos Caicedo (74m) sentenciaron la goleada, en momentos que el visitante jugaba mejor. En el epílogo del encuentro, un zapatazo de Dennys Corozo envió la pelota al ángulo, pero Cabezas salvó su arco.