Desde que en 1938 un joven Orson Welles dirigiera la emisión radiofónica de La guerra de los mundos, de H.G. Wells, la paranoia sobre una posible invasión de extraterrestres al planeta Tierra adquirió unos ribetes de exagerado verismo.

Durante los cincuenta y sesenta, antes de que el hombre llegara a la Luna, el tema fue explotado hasta la saciedad en los filmes de ficción de serie B, con amenazas marcianas y de otro pelaje aterrorizando a espectadores y emitiendo un mensaje subliminal sobre la amenaza del comunismo, en el punto más álgido de la Guerra Fría.

En la TV, la fiebre se instaló con una serie de gran calidad, titulada Los invasores. Creada por Larry Cohen en los sesenta, supo sacar provecho al tema, convirtiéndola en éxito de audiencia. David Vincent, interpretado por Roy Thinnes, es un anónimo profesional de la arquitectura que un día en una carretera descubre la llegada de una nave espacial.

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Los seres que bajan de la nave tienen la capacidad de mimetizarse en el planeta adoptando la forma humana, lo que hace que sea difícil descubrirlos, a excepción de su imposibilidad de poder doblar su dedo meñique.

Cada capítulo se abría con una inquietante voz en off que nos mencionaba el terrible secreto que Vincent conocía y los peligros que se iban a cernir sobre él.

Vincent, el único que sabe el secreto de esta invasión, trata de denunciarla, pero nadie le cree. Incluso ya ninguna persona es confiable, pues puede ser uno de los temibles invasores. Así tendrá que emprender la huida en un mundo que está a punto de ser dominado por las fuerzas extraterrestres.

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Basada libremente en la cinta de cine Los ladrones de cuerpos de Don Siegel (1956), la serie reflexiona amargamente sobre la alienación de ser humano y los estados totalitarios.

Título original: The Invaders
Cadena emisora: ABC
Temporadas: 1967-1968
Duración: 60 minutos
Reparto: Roy Thinnes, Kent Smith