La Cámara de la Construcción de Quito advirtió que retrasos en la edificación del proyecto hidroeléctrico Coca Codo Sinclair generarán una pérdida de $ 380 millones al año para el Estado. Ese cálculo toma en cuenta a la energía, que no se venderá por dicho retraso.

Según ese gremio, el problema se debe a que “la obra no contaba con estudios definitivos al momento de su contratación”. Y que la empresa adjudicada no ha cumplido con los tiempos en la ejecución de las obras.

Lamentó que en el contrato con Sinohydro, no se haya incluido multas al contratista por atrasos e incumplimientos, principio fundamental en la contratación pública.

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Hermel Flores, presidente de la Cámara, indicó que los estudios técnicos básicos, en primera instancia, fueron elaborados por el desaparecido Instituto Nacional de Electrificación, pero para una capacidad menor (860 MW y no de 1.500 MW). Previo a la convocatoria no se realizaron estudios para definir la capacidad óptima del proyecto, ni para contar con los diseños para su construcción. Esto incidió para que no se cuente con un presupuesto real.

Flores también dijo que en enero del 2010, en el informe presentado por la consultora Electroconsul de Italia, se estableció que para la capacidad de 1.500 MW el costo del proyecto sería de $ 1.503 millones, esto sin considerar la inversión de $ 59,5 millones ya realizada por Coca Codo en el camino de acceso. Pese a ello, el contrato se suscribió por $ 1.979 millones.

Por todo ello, Flores considera que el proceso de contratación utilizado en este proyecto resultó inconveniente para el país: no ha habido agilidad en los procesos y queda la duda de que al no haber competencia los valores de la contratación no sean los más convenientes para la nación.