Los establecimientos comerciales que emitían tarjetas de crédito como opción de financiamiento para sus clientes deberán dejar de hacerlo, según una resolución emitida el 5 de julio por la Junta Bancaria (JB) y publicada ayer por la Superintendencia de Bancos.

La disposición JB-2012-2225 indica que “solamente las instituciones financieras y las compañías emisoras o administradoras de tarjetas de crédito pueden actuar como emisor y operador (...)” del plástico.

Esta medida tiene como excepción a las empresas “que son originarias de procesos de titularización de cartera (...)”, es decir, que tengan operaciones en la Bolsa de Valores y sus valores están en circulación. Para estas, la Superintendencia de Compañías hará un cronograma de eliminación.

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Actualmente, en el mercado bursátil hay tiendas departamentales y cadenas de electrodomésticos con operaciones vigentes. Uno de esos casos es el de la cadena De Prati. Denisse Gutiérrez, vicepresidenta de Marketing de la firma, sostuvo que la empresa tiene una titularización que vence el 2016 y ellos no tendrán “efectos inmediatos” por la medida.

Agregó que ahora analizan cuáles serán sus opciones para otorgar crédito, pues ofertan ese servicio desde su fundación, “mucho antes de que se emitan tarjetas de crédito en Ecuador”. Según la empresa, más del 50% de sus ventas se hacen con tarjetas de crédito.

Pycca –que posee la tarjeta CrediPycca– también muestra preocupación. Un ejecutivo de la tarjeta señaló que la resolución va a afectar “directamente a sus ventas”, pero aún no pueden cuantificar el efecto, pues no se conocen detalles.

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Por ello esperan un reglamento de la Superintendencia de Compañías “para barajar alternativas”. Entre sus opciones estarían alianzas con los bancos o crédito directo.

En un recorrido realizado ayer por este Diario se constató que algunos almacenes ya habían suspendido la entrega de tarjetas de crédito.

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En Comandato, por ejemplo, un empleado de la tienda del centro de la ciudad explicó que desde la semana anterior se reemplazaron las tarjetas por créditos directos.

Este cambio sorprendió a clientes como Carolina Peralta, quien llegó para solicitar una tarjeta para sacar a 18 meses plazo un plasma de 32 pulgadas. “Me dijeron que ya no me van a dar el documento físico, pero que me aprobaban un crédito directo, de acuerdo a mi capacidad crediticia”, dijo.

En los almacenes de ETAfashion, en cambio, indicaron que dejaron de emitir su tarjeta de crédito “hasta segunda orden”.

En locales de La Ganga y Créditos Económicos hasta ayer aún se receptaban solicitudes para obtener las tarjetas. Andrés Morán se inscribió para este servicio.

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La resolución emitida por la JB establece que quienes infrinjan la disposición serán sancionados de acuerdo con el art. 121 de la Ley General de Instituciones Financieras. Se indica que la Superintendencia “ordenará la suspensión de las operaciones financieras y aplicará multas equivalentes al 10% de las operaciones de captación de fondos que hayan realizado”.

Esta disposición no especifica lo que pasará con las tarjetas que están en circulación.

Los cambios en las tarjetas emitidas por almacenes ya habían sido anticipados a inicios de junio por el Superintendente de Bancos, Pedro Solines. Esto, luego de que el presidente Rafael Correa se refiriera –el 26 de mayo pasado– a que una parte de la población con acceso a crédito estaba en riesgo de sobreendeudamiento.

Un mercado que estaba creciendo
Cifras: Según los registros de la Superintendencia de Compañías, hasta el 2010 hubo 1,5 millones de tarjetahabientes con acceso a este servicio.

Características: Algunos almacenes no cobraban por emisión.