Es prohibido desperdiciar agua para lavar un carro. Esa consigna la aplican Daniel Tamayo y su esposa, Mercedes Cañizares, en su empresa Easy Dry, que se dedica al lavado de autos con productos biodegradables.

Este negocio con formato ecológico nació en el 2010, con la idea de implementar una nueva cultura que use técnicas amigables con el ambiente.

Tamayo, de 30 años, explicó que su experiencia como ingeniero mecánico le permitió conocer de cerca las necesidades del sector automotor e implementar un producto líquido que no es tóxico y que al ser rociado en la superficie del automotor separa las partículas de suciedad de la carrocería. Tras un minuto, el líquido se retira con unos paños.

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Este producto, sustituto del agua en el lavado, impide que se pueda dañar la pintura, repeliendo el polvo.

Tamayo afirmó que lavar carros con esta modalidad generó expectativas en los usuarios. “Nos decían: ‘¡limpieza de autos sin agua!’. Muchos lo creyeron imposible. Sin embargo, nosotros confiamos y lo convertimos en una realidad”.

Con este sistema, según los promotores, se ahorran más de 300 litros de agua por cada limpieza del auto, mientras que consiguen lavar hasta diez autos con un litro de la fórmula ecológica.

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Al inicio, el negocio limpiaba un promedio de 210 automotores cada mes. En la actualidad atienden unos 1.452 autos. Los costos del servicio oscilan entre $ 6 y $ 95, dependiendo del requerimiento del cliente, pues se ofrece lavado exterior, express y completo. Además de lavado de tapicería, al detalle de motor y pulido de faros.

“Las pruebas iniciales de limpieza las hice en nuestro propio vehículo y con el tiempo vimos que el producto era sustentable”, indicó Tamayo.

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En los puntos de atención, dos personas tardan unos 15 minutos en hacer el lavado. Ellos utilizan unos botes dispensadores de 500 ml con nuestros paños para realizar el trabajo. “Con el lavado tradicional se tarda hasta 40 minutos”, añadió Tamayo.

Antes de poner en desarrollo este emprendimiento, Tamayo probó en el nicho de lavados de carro tradicional (con agua), pero a domicilio. “En ese entonces, el problema era porque en muchos casos teníamos que trasladar el agua de un lado para otro, no teníamos las facilidades para trabajar”.

Easy Dry, que está patentada en el Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual, ganó hace dos años el foro Emprende Ecuador y fue merecedora del capital semilla de aproximadamente 8.000 dólares que Cervecería Nacional entregó como crédito a 40 proyectos como parte de su programa Siembra Futuro, y que se usó para ampliar el negocio.

Actualmente, Easy Dry cuenta con siete locales (cinco propios y dos franquicias), en Quito y Riobamba. En un mes prevé inaugurar cuatro puntos de atención en la capital.

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