AFP
MADRID.- En un variopinto huerto urbano del centro de Madrid, una treintena de personas come y conversa animadamente en una calurosa noche de verano. En el menú, solo platos a base de productos desechados para denunciar un despilfarro de alimentos aún más funesto en tiempos de crisis.

Bautizado Comida Basura, un colectivo de activistas españoles busca evidenciar así el derroche de alimentos: preparando multitudinarias cenas gratuitas con los desechos.

Sobre una mesa puesta en un jardín del barrio de Lavapiés, cerca del museo de arte moderno Reina Sofía, platos de crema de berenjenas, vainas salteadas con tofu, cuscús con verduras y macedonia de frutas esperan a los comensales.

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"Está muy rico", dice Pepe Rodríguez, desempleado de 44 años que se enteró por un amigo de la posibilidad de comer gratis. "No me causa ningún problema comer un plato de estos porque sé realmente que la comida que se tira no está en mal estado", afirma.

Con carritos de compras, mochilas y alforjas de bicicleta, los componentes del colectivo habían recorrido el centro de Madrid hurgando en la basura de los supermercados.

Tras una hora rondando sin éxito, hallan un contenedor de una frutería. "Un kilo de acelgas, media piña, dos kilos de tomates, un par de repollos, dos kilos de zanahorias, tres kilos de nísperos, dos kilos de plátanos", enumera un miembro del colectivo.

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"Hay días en los que encuentras muchísimo, pero muchísimo, y otros que no encuentras nada", explica Luis Tamayo, de 43 años, otro de los fundadores de Comida Basura, quien lamenta que algunos grandes supermercados rocíen químicos a los desechos para inutilizarlos.

La idea de estas cenas "surgió en el año 2010 cuando vimos que había una gran cantidad de alimentos que se desperdiciaban. Los datos estadísticos nos llamaron la atención y a partir de ahí buscamos qué podíamos hacer", explica Txomin Calvo, de 50 años.

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El 21,8% de la población española vivía en el 2011 bajo el umbral de la pobreza, según datos del Instituto Nacional de Estadística, frente al 20,7% en el 2010 y 19,5% en el 2009.

Sin embargo, en España se tiran 163 kilos de alimentos por persona y año, según un informe de noviembre pasado del Parlamento Europeo, que situó la media de la UE en 179 kg anuales por habitante.

Las personas que recogen comida en la basura de Madrid se exponen a pagar una multa de hasta $ 200, y las consecuencias pueden ser peores para quienes donan alimentos caducados. "Si alguien denuncia que se ha intoxicado con esos alimentos, los responsables legales son los donantes", lo que desanima a muchos comerciantes, dice José Luis Bongore, del colectivo Excedentes/Excess, que impulsa una proposición de ley que exima de dicha responsabilidad.