Las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que la pandemia de gripe porcina, que afectó al mundo en el 2009, causó 18.500 muertes que fueron confirmadas en el laboratorio.

Ahora una nueva investigación coordinada por los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, revela que este número "es sólo una fracción del verdadero número de muertes" provocadas por ese brote de la enfermedad.

Según el estudio publicado en la revista 'The Lancet', la gripe pandémica causada por el virus H1N1 provocó "quince veces más muertes de lo que se informó previamente" y un número que pudo superar las 500.000 personas murieron por la enfermedad.

Publicidad

La pandemia causada por la cepa A/H1N1 del virus de gripe afectó a todo el mundo entre abril del 2009 y agosto del 2010.

Todos los países informaron de muertes por la enfermedad, pero no todos los países fueron capaces de confirmar sus casos en el laboratorio para asegurar que realmente se trataba de esta cepa o para saber cuántas muertes realmente fueron provocadas por el patógeno.

Por eso se sabe que, como regla general, el número de casos confirmados en el laboratorio es significativamente más bajo que el número de muertes reales.

Publicidad

Pero tal como señalan los investigadores, no se esperaba que el número fuera tan alto como el que ahora ha sido calculado.

Impacto "significativo"
Según los científicos, varios países de altos ingresos contaban con registros sobre el número de personas que desarrollaron síntomas de influenza y que murieron por la gripe pandémica del 2009.

Publicidad

Pero la mayoría de los países de bajos y medianos ingresos no contaban con datos "de alta calidad".

Para llevar a cabo el cálculo el equipo de investigadores desarrolló un nuevo modelo que utilizó datos de tasas de mortalidad en 12 países de bajos, medianos y altos ingresos.

Para el cálculo se utilizaron los datos de las tasas de mortalidad causadas por enfermedades respiratorias vinculadas a la cepa A/H1N1 del virus de influenza durante los 12 meses siguientes al momento en que el virus comenzó a circular en cada país.

Posteriormente se hizo un cálculo sobre la mortalidad por influenza de acuerdo al riesgo en cada uno de los países y se compararon los datos con los registros de la OMS sobre muertes por enfermedades del tracto respiratorio y por grupo de edad.

Publicidad

Los resultados mostraron que entre 151.700 y 575.400 personas murieron como resultado de haber contraído el virus H1N1 durante el primer año que el patógeno circuló en cada país.

Mayor mortalidad en jóvenes
Además, se comprobó que un 80% de las muertes ocurrieron entre personas menores de 65 años.

Esto confirma que, tal como se observó durante la pandemia, el virus H1N1 afectó a las poblaciones más jóvenes, a diferencia de la gripe estacional que suele afectar a las poblaciones mayores.

El estudio revela además que 59% de las muertes ocurrieron en el sureste de Asia y África, con la mayor mortalidad causada por la enfermedad en África.

"El estudio pone de manifiesto el significativo impacto humano de una pandemia de influenza" afirma la doctora Fatimah Dawood, de la División de Influenza de los CDC, quien dirigió el estudio.

"Esperamos que este trabajo pueda ser utilizado no sólo para mejorar los cálculos de la carga de influenza globalmente, sino también para mejorar la respuesta de salud pública durante futuras pandemias en partes del mundo que sufren más muertes".

"Y para incrementar la consciencia del público sobre la importancia de la prevención de gripe" agrega la investigadora.

Los científicos afirman que es necesario reforzar los esfuerzos para la vigilancia y control de gripe en todo el mundo y crear "mejores estrategias y más precisas para contar con datos más representativos de la mortalidad de la enfermedad en futuras pandemias".

En el estudio también participaron investigadores de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, del Instituto de Investigación Médica de Kenia, el Centro Nacional de Influenza de Camboya, el Wellcome Trust y las universidades de Oxford y Cambridge en el Reino Unido y la Unidad de Investigación Médica Naval en Lima, Perú.