Nicolás Brito, exrepresentante de los acreedores de la banca cerrada, cuestionó ayer la designación de Camilo Samán Salem como gobernador del Guayas en enero del 2007, cuando asumió el poder la Revolución Ciudadana.

Samán actualmente es presidente de la Corporación Financiera Nacional (CFN), cargo que lo desempeña desde el 2008, luego de que fue gobernador. Cuando Rafael Correa lo nombró como representante en la provincia del Guayas, Samán mantenía deudas con Filanbanco y el Banco Central.

Para Correa el ser deudor no es un delito, por lo que se solidarizó con el funcionario. Pero, de acuerdo con la Ley de Servicio Civil, quienes estén en mora con el Estado no pueden ejercer funciones públicas. Nicolás Brito sostiene que “se repite el que deudores de la banca llegan a ocupar cargos”.

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Cita el caso de Francisco Arosemena, exministro de Economía en el periodo de Gustavo Noboa, que asumió esa cartera siendo deudor, dice Brito. “Aquí se repite con el señor Samán”. Indica y agrega que no es comprensible la forma de Correa de justificar al exgobernador, cuando un deudor de la banca no podía ser funcionario

Observó, además, la forma en que Gregorio Patiño –empleado del papá de Camilo Samán– compró la cesión de derechos sobre unos bienes a precio de remate para luego vendérselos a Confecciones Metro, empresa de la familia. “Sería bueno que el señor Patiño justifique el origen de los recursos”.