Resignado, Alberto Salas retiró la muestra de tejidos del lipoma endometrial (en útero) de su esposa –a quien debían practicarle una biopsia hace un mes– del área de Patología del hospital Abel Gilbert Pontón, conocido como Guayaquil, debido a que la máquina está dañada desde hace más de cuatro meses.

El 26 de abril le realizaron la extracción del lipoma, pero cuando llevó las muestras a ese departamento, el personal le indicó que el equipo (microtomo) estaba dañado y que regresara el próximo mes, instrucción que cumplió Salas.

“Vine el 28 de mayo y me volvieron a decir que estaba dañado. Que tenía más de cuatro meses averiado y que no sabían cuándo llegaría el nuevo equipo. También me dijeron que regresara el próximo mes para ver si ya estaba en el área, pero que igual debía esperar un mes más porque debían examinar las muestras que estaban en lista desde enero”, comentó.

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El familiar, molesto, agregó que por ello decidió retirar las muestras. “No podía esperar dos o tres meses más.

En este centro se le entregó un documento, firmado por el jefe de Patología, que decía: “Por falta de equipos para procesar se entrega muestra para biopsia # HP- 1661-2012...”.

Así como él, decenas de pacientes esperan que llegue este equipo, que según la Dirección Provincial de Salud, aún se encuentra en la Aduana.

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Otro de los inconvenientes latentes en el centro es la falta de medicamentos. “Es increíble que no haya sueros en un hospital”, dijo Verónica Flores, mientras esperaba al pie de Contingencia alguna noticia de su padre, a quien le amputaron parte de la pierna derecha.

Su padre ingresó el lunes pasado y el mismo día fue intervenido. “La atención fue rápida y buena, pero deberían abastecerse de medicamentos”, dijo.

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Raquel Anchundia esperó en la fila de la farmacia unos 15 minutos, pero solo le entregaron pastillas de paracetamol. No había el fármaco Carbamazepina de 200 mg que necesita su esposo –quien padece de insuficiencia renal– para dormir.

Otros de los medicamentos que faltan son: Omeprazol, Acetilcisteina de 200 mg y Complejo B. Estos últimos no los recibió Lourdes Pesantes, de 57 años, quien el miércoles pasado esperaba por atención ginecológica. Desde hace casi cuatro meses debían practicarle el papanicolaou anual, pero las dos veces que la agendaron, en abril y en mayo, le dijeron que no había reactivos. Ese día sí le hicieron el examen.

Según la Dirección de Salud, el 22 de mayo se invirtieron $ 360.000 en fármacos e insumos, pero “se esperan asignaciones presupuestarias solicitadas insistentemente porque se incrementaron servicios como oncología y nefrología, cuyos insumos son costosos”. Además, dijeron, que el déficit se debe también a que tienen que entregar medicinas al hospital móvil que está en Machala.

Al ingresar al hospital, entre el área de Información y la Farmacia, tres baldes y un letrero de ‘Cuidado, el piso mojado’ anunciaban el miércoles pasado las filtraciones que había en el tumbado. Cuatro de las planchas por donde filtraba el agua estaban removidas y a través de una de ellas se podía observar el ducto de aire acondicionado, por donde rezumaba agua.

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“Se deben a procesos condensativos por el diseño de la remodelación, por este y otros motivos se ha solicitado la copia del contrato para hacer las respectivas reclamaciones”, indicó la Dirección de Salud mediante un correo electrónico.

Esta área fue remodelada el año pasado con recursos de la emergencia sanitaria que rige desde el 13 de enero del 2011.