EFE
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La semana rusa de la moda ecológica está llamada a convertirse en un
acontecimiento anual en el circuito de alto estilo en Moscú mezclando la
alta costura y el encanto de la naturaleza.

Paris, Nueva York o Londres celebran el evento. Ahora Rusia pretende
poner en las pasarelas componentes naturales encantadores, como fardos
de heno mezclados con un poco de danza interpretativa.

Al ver los diseños que se exhiben los asistentes se preguntan si la ropa se puede trasladar de la selva a la jungla de cemento.

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Casi todos las modelos en las pasarelas usan algo que crece, por lo que
se ha convertido en un reto para los diseñadores que deben crear
producto atractivos para un público más amplio.

La eco diseñadora Julia Sindrevis, asegura que no usa residuos de
producción y además de los cortes de tela fabrica accesorios como
broches, flores o cintas para el pelo.

(Video de EFE)

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"Los tejidos orgánicos son más costosos que los artificiales y más
difíciles de encontrar, pero cuando hay voluntad hay camino", asegura.

Aunque en algunas de las pasarelas las modelos usan sencillos vestidos
camiseros, también hay lugar para diseños más caprichosos.

Alisa Tolkechev se inspira en los cisnes salvajes haciendo que su colección apunte a un cliente más especializado.

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"No es una colección pret a porter. No es ropa que se pueda usar para ir a dar un paseo", dice la diseñadora.

"Me toma varios años crear una colección. Todas las telas que utilizo
están fabricadas con seda salvaje, lino, ortiga o algodón. Se usan en
diferentes proporciones en las telas" agrega Tolkechev.

Las pieles, características en la moda rusa tienen sus defensores en
este tipo de eventos. En la Eco Fashion Week, la lana se transforma en
fieltro de una manera antigua para lograr crear una tela no tejida.

"Mis clientes están interesados en un vestido exclusivo e inusual que
pueda mostrar personalidad y respeto por el medio ambiente", comenta la
diseñadora Ekaterina Schikina.

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La escena de la moda de élite siempre tendrá su lugar, pero si es
sostenible como la moda ecológica tendrá un futuro real en Rusia, sólo
debe salir de la pasarela a las calles.