AP-EFE
MADRID.- Por primera vez, al menos públicamente, el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, pareció no descartar de manera tajante la necesidad de ayuda externa para el sistema financiero español y dijo que una vez que se conozcan los requerimientos reales de la banca tomará la decisión más favorable.

Rajoy evitó especular sobre el forado del sector bancario, que algunos analistas cifran entre 60.000 y 160.000 millones de dólares para cubrir una cartera estimada de unos $ 223.950 millones en activos tóxicos, créditos e hipotecas en riesgo de impago vinculados al colapso de la construcción.

El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, situó la recapitalización en $ 49.700 millones.

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Rajoy dijo que esperará los resultados del informe que está elaborando el Fondo Monetario Internacional (FMI), previsto para el 11 de junio, y las evaluaciones externas de la banca encargadas a sendas empresas auditoras de Alemania y Estados Unidos.

En tanto, la agencia de calificación Fitch rebajó tres escalones, a BBB, la nota de la deuda de España a largo plazo y la situó en perspectiva negativa, debido en buena parte a los problemas del sector bancario.